Despedida con honores al policía asesinado en Barracas
En una ceremonia con honores y marcada por muestras de profundo dolor fueron despedidos los restos Esteban Nicolás Lagos, el efectivo de la Policía Federal (PFA) asesinado en un asalto a bordo del colectivo 100 en el barrio porteño de Barracas. En la despedida estuvieron presentes sus familiares, sus amigos y camaradas en el cementerio municipal de Ezpeleta. El traslado con medidas de protocolo por la pandemia de Covid-19 se realizó con no más de 15 personas que ingresaron al cementerio entre los que estaban la mujer del suboficial asesinado, su hija de 2 años, sus padres, hermanos y primos, muchos de ellos policías. El hecho ocurrió el lunes a las 23.40 arriba del interno 4845 de la línea 100, ramal 1, que circulaba por la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, cuando dos ladrones subieron armados. En el momento del hecho en el colectivo viajaban entre 8 y 10 personas más el chofer de la unidad, identificado como Pablo Ramírez. Lagos, quien viajaba entre el pasaje uniformado y con su chaleco antibalas colocado, se levantó de su asiento para dar la voz de alto, pero de inmediato comenzaron los disparos. La autopsia determinó que el policía recibió cuatro disparos de frente: uno en el cuello, otro en el pecho, un tercero en un brazo y el restante en una pierna.