Un colectivo de artistas de sur porteño llena de color y calor las tardes otoñales de la ciudad argentina de Buenos Aires, con serenatas callejeras que buscan llevar alegría a sus residentes en medio de la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).
La entretenida y creativa propuesta está a cargo de la denominada Orquesta Atípica Catalinas Sur, bajo la dirección general de Gonzalo Domínguez, indicó que la idea busca generar una sonrisa entre los vecinos, con el debido respeto de los protocolos sanitarios establecidos por las autoridades.
“Es un proyecto que lo veníamos pensando desde el año pasado en esta situación de cuarentena, en la que no podemos hacer funciones (teatrales) con toda la orquesta”, dijo el artista.
Domínguez explicó que la orquesta tiene entre 50 y 55 integrantes, motivo por el cual decidieron dividir la agrupación en distintas secciones para poder salir a cantar a las calles de Catalinas Sur, un popular barrio dentro del distrito de La Boca, en la zona sur de la capital argentina.
“Cada grupo compuso, escribió una serenata, una canción para salir por el barrio a cantar a los vecinos en su ventana. Eso es lo que estamos haciendo”, dijo Domínguez.
La propuesta incluye acordes de tango, trap, candombe, cumbia y boleros, ritmos que buscan mitigar la soledad, el desencanto y el aburrimiento, y que ratifican que el arte está presente en Buenos Aires más allá de las desafiantes circunstancias que los vecinos atraviesan por la pandemia.
El colectivo de artistas mantiene un compromiso con el barrio que lo vio nacer en 1983, ya que además ofrece a la comunidad de lunes a viernes talleres de teatro, títeres y música.
“En este momento estamos haciendo cosas virtuales. Otras no se pueden hacer, como las funciones (teatrales), y estamos saliendo con las orquestas a hacer las serenatas”, explicó el artista.
Domínguez resaltó las reacciones que los músicos reciben de parte de los vecinos, pues “la gente se asoma, aplaude, grita ‘gracias’. Estamos teniendo una respuesta hermosa”.
A tono con las limitaciones impuestas por la pandemia de la COVID-19, cada grupo de la orquesta no supera las 10 personas en cada serenata, mientras que las actuaciones se realizan con distanciamiento y al aire libre, además de utilizar barbijo (mascarilla) y de cinco a siete minutos por interpretación.
“Estamos con todos los cuidados, hacia afuera y hacia adentro, porque en el grupo tenemos pibas (niñas) de 14 años de edad y compañeros de casi 80 años de edad”, enfatizó Domínguez, para agregar que la propuesta se hace por y para la comunidad.
“El acceso al arte es un derecho y todos podemos ser parte, mostrando un espectáculo de calidad y que invita a participar”, dijo el director de la Orquesta Atípica Catalinas Sur.
“La música y el teatro nos han dado la posibilidad de sobrellevar toda esta situación y de analizar, repensar y ver un futuro”, complementó.
