Se trata de la historia de Germán Giordano de 47 años, oriundo del barrio porteño de Mataderos, quien fue uno de los grandes protagonistas de la noche en el programa La Voz Argentina. Como consecuencia de una operación muy compleja perdió el habla durante muchos meses, pero salió adelante y cumplió su sueño de cantar en televisión.
Giordano tuvo un grave cuadro de una peritonitis extrema, con pandemia en el medio, que lo dejó intubado durante mucho tiempo y esto le produjo severos daños en sus cuerdas vocales, a tal punto que pensó que jamás en su vida volvería a cantar: estuvo ocho meses sin hablar.
El cantante contó que “fue muy complicada la situación porque perdí la voz y la fui recuperando muy de a poco. Incluso hoy no he recuperado la voz que tenía antes. Sigo con las paredes del estómago abiertas y con problemas para respirar”, señaló instantes previos a subir al escenario.
“Perdí la voz por completo. Me tuvieron que intervenir de urgencia y el entubamiento me lastimó mucho las cuerdas vocales, estuve casi ocho meses sin hablar. Aun no recuperé la voz como la tenía antes, y respirar también es muy complicado por un tema físico, ya que tengo todavía abierta las paredes del estómago”.
Ante los jurados del programa y al aire señaló “Hace unos años tuve una operación muy delicada, en la cual estuve sin latidos, y no podía hablar, no podía cantar, que es mi amor. Y la fuerza de voluntad, y mis amigos, la familia, la pareja, acá estoy dando todo lo que puedo dar, con la máquina rota pero con el corazón fuerte”.
Giordano interpretó con una voz impresionante y un estilo muy particular que le dio un nuevo significado a “Piedra y camino” de Atahualpa Yupanqui.
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