El tradicional comercio gastronómico del barrio de Parque Avellaneda, festejo en la tarde de ayer sus primeros 100 años, conocido de diversas formas, como: “YIYO, EL ZENEIZE”, almacén, bodegón, cantina de tradición familiar desde siempre en la esquina de Avenida Eva Perón y Florentino Ameghino en territorio de la actual comuna 9.
La terrible pandemia se llevó al dueño del negocio Yiyo el Zeneize quien falleció durante el aislamiento y su nieto decidió transformar el negocio y seguir adelante, remodelándolo (manteniendo su estética) pero con una gran difusión, de poco recuperó su actividad y cobró notoriedad a través de más de una veintena de notas periodísticas en grandes medios que lo llevaron a convertirse en un curiosidad para comenzales de distintos puntos de la ciudad.
Con un festejo que duró desde el mediodía hasta casi la noche, locales comerciales gastronómicos de la zona se sumaron a la celebración y pusieron puestos con distintas propuestas y ofertas.
El lugar estuvo caído durante un tiempo importante y a actividad no era importante, pero en el peor de los momentos en plena cuarentena, la cuarta generación se puso al frente para renovar el comercio, pero manteniendo su esencia.
Sus descendientes hoy a cargo del negocio cuentan que su bisabuelo Egidio Zoppi inmigrante italiano, piamontés y herrero, abrió el bar a principios de los años 20, esto era prácticamente campo. La ciudad se terminaba en Flores”, cuenta Danilo, de 24 años, uno de los herederos. Los primeros habitués fueron los gauchos que paraban por una grappa o un plato fuerte camino al mercado de Hacienda.
El primer teléfono del barrio lo tuvo Yiyo. “Llamaban de Italia para avisar de alguna muerte o algún nacimiento y él era el primero en enterarse. Le decía a mi abuelo, que era un nene, que vaya corriendo a avisar”.
Ayer tuvo su justo festejo por los primeros 100 años de existencia en el barrio de parque Avellaneda
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