Un día como hoy, pero del año 2001, la Legislatura Porteña sancionaba la Ley número 670 que aprobaba la creación de las líneas de subterráneo F, G e I de las cuales al día de hoy las obras no han comenzado ni tienen fecha estipulada para su inicio. El proyecto, aprobado durante la gestión de Aníbal Ibarra, continuaba un camino de construcción de líneas de subterráneo que había comenzado con la expansión de las 5 líneas ya existentes y la planificada previamente línea H.
Las líneas planificadas según la ley 670 vincularían a la red de subterráneos con barrios que hoy siguen alejados del medio este medio de transporte. La línea F conectaría Barracas con Palermo por debajo de las avenidas Montes de Oca, Entre Ríos, Callao y Las Heras, sería una línea transversal como la C y la H que permiten una mayor fluidez en el transporte. Esta línea fue la única para la cual hubo algún tipo de avance, aunque solo quedó en licitación de estudios necesarios para su construcción.
Las dos líneas restantes no han tenido avances de ningún tipo, la línea G conectaría la estación de Retiro con los barrios de Caballito en su zona norte, Villa del Parque y Agronomía, zonas donde el subterráneo no pasa ni cerca. Por último, la línea I también sería transversal conectando Parque Chacabuco con Ciudad Universitaria.
Dos décadas más tardes, una sola palabra define a la Ley de expansión del subterráneo: incumplimiento. La Ciudad de Buenos Aires no ha avanzado con las líneas de subte aprobadas hace 20 años y desde hace un largo tiempo no hay ninguna obra de subterráneo en marcha, no solamente incumpliendo con la creación de las líneas F, G e I, sino que además la línea H quedó pendiente de finalizar en su extensión hasta Perito Moreno y hasta la terminal de ómnibus de Retiro.
A modo de contraste desde la llegada del PRO se han realizado obras de Metrobús cuyos beneficios para el transporte han sido discutidos y ha recibido duras críticas por el impacto comercial que generó en las avenidas donde circula.
