Denuncian nuevo caso de gatillo fácil en el sur porteño
En este caso en el barrio de Barracas, en el cruce de las calles Alvarado y Perdriel, fue el lugar detención de cuatro adolescentes, uno de ellos está herido en grave estado internado el hospital Penna de Parque Patricios con un disparo en la cabeza, los familiares del joven señalan que se trata de un caso de gatillo fácil.
Por su parte la Policía de la Ciudad asegura que hubo un enfrentamiento, y su crónica señala que los jóvenes habían salido de la villa 21-24 y se produjo una persecución que se extendió hasta el cruce de Alvarado y Perdriel, donde se detuvo a tres de ellos “tras un tiroteo” en el que uno de ellos fue herido de bala en la cabeza, mientras que un cuarto ocupante logró escapar a la carrera.
Además, en la persecución se registró un choque entre un patrullero y otro automóvil Nissan Tiida color champagne en el que se movilizaban efectivos de la brigada de investigaciones de la comisaría 4C, dijeron las fuentes policiales.
Por su parte el SAME informo que al llegar al lugar del hecho a los pocos minutos de ser alertado, trasladó al joven herido de un balazo en la cabeza, un adolescente de 17 años, al Hospital Penna del barrio porteño de Parque Patricios, donde permanece internado en estado reservado.
Los familiares que ayer se juntaron en las inmediaciones del hospital Penna aseguraron que los adolescentes no habían cometido ningún delito y que acaban de salir de un entrenamiento, en las divisiones inferiores del club Barracas Central. Descartando por completo la versiones que indican que estaban armados.
El padre del adolescente baleado declaró ante las cámaras de los medios, desde la puerta del hospital donde su hijo permanece internado, que recién salía de verlo de la sala de terapia intensiva y que “está entre la vida y la muerte”. Por su parte a madre además de al desesperación por la situación se quejó del trato recibido en el hospital, dijo “a mi hijo lo tratan con a un delincuente y no hacen nada”.
En la causa interviene el Juzgado de Menores 4, a cargo del juez Alejandro Cilleruelo, quien separó a la Policía de la Ciudad de los peritajes y ordenó que todos los trabajos forenses fueran realizados por peritos de la Policía Federal Argentina (PFA).
El juez ordenó el secuestro de las armas reglamentarias de los policías que participaron en el hecho y que se les practiquen estudios de dermotest para determinar cuál de ellos efectuó disparos.
Además, según las fuentes de la investigación, dentro del vehículo en el que circulaban los jóvenes fue secuestrada en el asiento trasero una réplica de plástico de un revólver.
Tambien se pudo saber que el automóvil Nissan Tiida en que se hallaban los policías de civil quedó ubicado sobre la calle Iriarte, entre la avenida Vélez Sarsfield y Luzuriaga, junto al Parque Leonardo Pereyra, una zona muy concurrida por niños ya que hay una calesita y juegos de plaza.