Polémica definición en el turismo nacional
Una polémica definición se vivo en la carrera más esperada en el autódromo Galvez, en la competencia especial que la Clase 3 de Turismo Nacional que se desarrolló este domingo en el mítico escenario porteño, la denominada “La carrera de los 200 pilotos”, tuvo una definición polémica. La controversia se generó sobre el cierre de la final de pilotos titulares, cuando Leonel Pernía, quien venía como puntero, sacó el pie del acelerador voluntariamente y le permitió imponerse a Carlos Javier Merlo, rival directo en la lucha por el título.
Nadie lo esperaba, y menos quienes no están familiarizados con esta disciplina Fue una decisión sorpresiva la que tomó el tandilense en el “Oscar y Juan Gálvez” porteño. Solo se podía explicar en base a la posibilidad de no sumar kilos a su Ford Focus para la última fecha, programada para el 27 de noviembre en Rosario. Pero esa hipótesis parecía no contar porque detrás de él venían Jonatan Castellano, líder del campeonato, y Merlo, otro participante que necesitaba la victoria habilitante para ser campeón.
Pernía vio que Castellano, que venía segundo, levantó. Y decidió imitarlo. Ninguno de ellos contó con que el piloto puntano venía tercero y que aprovechó al máximo el inesperado regalo para cruzar la meta primero con su Toyota Corolla y ubicarse, con 230 puntos, solo un punto por debajo del loberense.
La prensa especializada explico que la diferencia es que ahora Castellano, quien terminó decimotercero, llegará a la competencia decisiva con 25 kilos más que Merlo. Pernía, el gran perdedor de todo esto, fue segundo y perdió buena parte de sus chances al quedar a 23 unidades del puntero, con 42 en juego.
“Venía con mi estrategia y no quería sumar kilos, pero tenía que ganar. Cuando levantaron ellos se la puse toda”, afirmó Merlo luego de lograr un resultado que puede ser clave.
En la carrera de invitados, el triunfo le correspondió a Franco Vivian, con el Chevrolet Cruze de Jerónimo Teti. Segundo fue Diego Ciantini con el auto de Leonel Pernía y tercero, en gran tarea, Agustín Canapino, con el vehículo de Manuel Mallo.
Sobre lo ocurrido Pernía expresó Al concluir la carrera, el tandilense se mostró ofuscado por la situación que lo privó de repetir el triunfo en la temporada. “Hicimos un error desde abajo del auto, porque solo miraban a (Jonatan) Castellano y no lo hacían con Merlo. Cometimos un error de principiante y lamentablemente le erramos”, apuntó Pernía sobre el resultado del plan imprevisto.
El propio piloto asume la responsabilidad de la decisión de evitar ganar y volver a sumar kilos de lastre hándicap. “La decisión de ‘levantar`es mía porque vengo manejando yo, obviamente que nunca supe que el tercero era Merlo, ni tampoco lo vi en los espejos. Así que apareció, ganó y ahora es un claro candidato al título”, sostuvo Pernía.