Un verdadero escándalo se vivió ayer en la Cámara de diputados de la nación, en momentos muy difíciles para el pueblo argentino, los diputaos no tuvieron un comportamiento acorde con el cargo y la representatividad que les fue conferida, hubo insultos, gestos obscenos, amenazas y gritos.
El hecho mas fuerte donde casi se van a las manos se produjo frente al escritorio de la presidencia del cuerpo. Pasado un tiempo (no el establecido por reglamento según la presidencia) se retiró del recinto el Bloque Juntos por el cambio y no dio lugar al debate sobre el proyecto para crear nuevas universidades
El oficialismo comenzó el debate con el quórum de 129 legisladores. La oposición planteaba que no lograron juntar la mayoría a tiempo, por lo tanto, denunciaron que el debate era inválido, a pesar de ello, quisieron hablar.
La debacle llego cuando el Frente de Todos juntó los 129 legisladores para tener quórum pero desde Juntos por el Cambio aseguraban que no lo hicieron a tiempo y, por lo tanto, que la sesión estaba caída. Tras varios minutos de gritos, cánticos e insultos, Juntos por el Cambio se retiró del recinto y finalmente la sesión fue levantada. se vivieron momento de alta tensión y hubo actitudes que bien merecen ser sancionadas.
Diputados como Cristian Ritondo (de vergonzoso comportamiento, haciendo gestos obscenos) junto a Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica y Waldo Wolff y Fernando Iglesias del PRO fueron hasta el estrado de la presidenta y comenzaron los gritos.
No hay lugar para violentos y misóginos en el Congreso de la Nación. Inadmisible, Ritondo. pic.twitter.com/KIICpQjdge
— Ayelén Mazzina (@AyelenMazzina) December 2, 2022
Diputadas del Frente de Todos también se dirigieron al estrado y respondieron contra los legisladores opositores gritándoles que eran “violentos”, de forma bastante violenta por cierto.
En una frase que resonara por mucho tiempo en la cámara la presidente Cecilia Moreau le dijo al diputado Mario Negri “A mí no me van a tratar más así por ser mujer”, Sus palabras generaron nuevamente gritos y señas de repudio desde la bancada opositora. Moreau insistió en que no iba a darle la palabra a nadie “hasta que no se sentaran”. Siguieron los gritos y todo se suspendió. De esta forma se suspendió la sesión y no se renovó a las autoridades del cuerpo.
Ante esta situación el oficialismo aplicó el artículo 37 del reglamento interno, en el que habilita la continuidad de las autoridades actuales de la Cámara de Diputados.
