En un primer día de año muy particular para los Brasileños asumió nuevamente la presidencia Lula Da Silva.
En la ceremonia estuvo presente el presidente Alberto Fernández, quien asistió al Palacio de Planalto al cambio de mando y entrega de la banda presidencial del tercer mandato como jefe de Estado de Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva, luego de la jura realizada en el Congreso Nacional.
El mandatario argentino estuvo también acompañado por la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli y la secretaria de Cambio Climático, Cecilia Nicolini.
Sus primeras palabras fueron “Con la llegada de Lula va a ser mucho más fácil hablar de la integración”, expresó el mandatario argentino y agregó: “Lula es integrador, cree en la Patria Grande, cree que Brasil es parte de esa patria latinoamericana, sudamericana”.
Después de la ceremonia de investidura, Alberto Fernández participó del saludo oficial por parte del mandatario ya en funciones a los Jefes y Vicejefes de Estado y de Gobierno, a los Ministros de Relaciones Exteriores y Secretarios Generales de Organismos Internacionales presentes.
En Brasilia ayer mediodía, el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero, confirmó que mañana el Presidente mantendrá una reunión bilateral con Lula a media mañana y recordó que el 24 de enero se llevará adelante la reunión de la CELAC. “Lula decidió que ese sea su primer viaje internacional, con lo cual el 23 haremos una visita de Estado en Argentina”, informó.
El canciller Cafiero también se refirió al vínculo entre los países: “Tenemos que seguir afianzando la política de integración con Brasil, que es nuestro primer socio comercial y el principal destino de las PyMEs argentinas”. En ese sentido destacó la necesidad de crear “una globalización de países en bloque, con más integración. No es sólo el Mercosur, que debe ser robusto, sino América Latina como zona de paz que debe poder plantarse en el escenario global”.
Seguidamente, se trasladaron al Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, para participar de la recepción ofrecida por el presidente Lula da Silva y el vicepresidente Geraldo Alckmin.
