Proyecto social y medioambiental en la Villa 20 de Lugano
IIED-AL, una ONG que se dedica hace más de 30 años a temas de reurbanización, medio ambiente y desarrollo (https://www.iied-al.org.ar/) esta llevando adelante un proyecto social y medioambiental en la Villa 20 del barrio porteño de Lugano.
Es una iniciativa que se lleva adelante en México, Brasil y Argentina y que busca generar nuevos vínculos en las ciudades para aportar a las metas globales de descarbonización. Se llama Coaliciones Urbanas Transformadoras (https://urbancoalitions.org/es).
En específico en Barrio 20 se está buscando incorporar, junto con los vecinos y vecinas, una mirada medioambiental al proceso de reurbanización ya vigente. Actualmente se están realizando intervenciones en diferentes pasajes del barrio que buscan fundamentalmente mejorar las condiciones de vida de los vecinos, pero a su vez contribuir con las metas locales de descarbonización. Acá les comparto más información e imágenes: https://docs.google.com/document/d/1WE_mgv4HvbuImcw_j7zsFsYCNakS87hc8mjcJ6dRbGk/edit?usp=sharing
Su relevancia ambiental y el proceso social por el cual se está llevando adelante hace que lo queramos compartir con el resto de la comunidad así que la información es libre de ser compartida, publicada o usada como insumo para otros proyectos.
Proyecto:
En materia de cambio climático, las ciudades representan hoy el 75% de las emisiones de
carbono, y a su vez se ven profundamente afectadas por ellas. Es por eso que para
alcanzar objetivos globales de reducción de emisiones se requiere su compromiso e incluso
su liderazgo.
En América Latina, las ciudades ya están viendo los efectos de la crisis climática, eventos
de calor extremo, estrés hídrico, deterioro de los bienes naturales y contaminación del aire.
Para contrarrestarlos, se necesitan procesos de cambio radicales y rápidos que lleven a las
ciudades hacia el objetivo de carbono cero para 2050.
Para alcanzar una verdadera transformación, se necesita el apoyo de diversos actores
urbanos, con profunda participación de la sociedad civil, y mejorar la calidad de vida urbana
así como la equidad, en paralelo a la reducción de emisiones de carbono y evolución de los
planes de acción climática. Las transformaciones que van más allá de las soluciones
superficiales requieren enfoques holísticos y la participación de todas las partes
interesadas.
El concepto de Justicia Climática retrata este cambio en ambas dimensiones. Se basa en
la idea que, si bien la responsabilidad del Cambio Climático recae en gran medida en los
países y en segmentos de la población con más recursos económicos, su grave impacto
afecta desproporcionadamente a los más pobres y vulnerables. Es una cuestión básica de
derechos humanos. A menos que se propongan políticas efectivas en pos de la Justicia
Climática, un número creciente de personas -en su mayoría en el Sur Global- no podrá
permitirse la adaptación al cambio climático y los países tendrán que enfrentar un ciclo de
recurrentes crisis humanitarias.
Con la mirada puesta en esta problemática mundial, el programa Coaliciones Urbanas
Transformadoras (TUC) se propone conectar la descarbonización con la desigualdad y la
justicia urbana. Para eso busca fomentar nuevos vínculos dentro de las ciudades para
impulsar una transformación sistémica hacia la sostenibilidad. Este proyecto es parte de la
Iniciativa Climática Internacional (IKI) impulsada por el Ministerio Alemán de Medio
Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU). El mismo se lleva a
cabo en Argentina, México y Brasil y es liderado por un consorcio de instituciones
compuesto por: United Nations University – Institute for Environment and Human Security
-UNU-EHS, World Resources Institute – WRI, el Internacional Institute por Environment and
Development – IIED y Deutsches Institut für Entwicklungspolitik/Instituto Alemán para el
Desarrollo – DIE.
En Argentina, el programa TUC se desarrolla en la Ciudad de Buenos Aires,
específicamente en el Barrio 20 de Lugano, y es llevado adelante por el IIED-AL.
Considerando que una descarbonización rápida y radical sólo puede ser sostenible si es
socialmente justa, el IIED-AL se propone incorporar un enfoque sostenible en los procesos
de reurbanización de villas. Integrar cambios transformadores hacia el carbono cero en
Barrio 20, lograría plantear una vía de desarrollo sostenible pero, al mismo tiempo,
garantizaría que los beneficios urbanos incluyan a todos.
¿Por qué en Barrio 20?
El programa TUC parte de la idea de que las transformaciones sólo pueden ser sostenibles
si son inclusivas e impulsadas por las necesidades y opiniones de los diferentes actores que
se ven involucrados en el proceso.
Una idea instalada es que las urgencias de los barrios de bajos ingresos, como la Villa 20,
no permiten prestar atención a la dimensión ambiental en su planificación y gestión. Ello
obstaculiza la capacidad de advertir el potencial multidimensional de soluciones más
amigables con el medio ambiente, como las Soluciones Basadas en la Naturaleza o la
Infraestructura Verde y Azul, y sus beneficios directos e indirectos en términos
socioeconómicos y socioambientales.
El desafío entonces es pensar en herramientas en los barrios de bajos ingresos no como un
complemento que puede incorporarse una vez resueltas todas las urgencias anteriores, sino
como uno de los medios disponibles para atender esas urgencias; un camino para la
prestación de servicios y mejorar la calidad de vida.
Desde 2016, en Barrio 20 se está llevando adelante un proceso participativo de
reurbanización, incorporar al proceso un enfoque de cambio climático podría servir de
referencia para otros procesos similares, e incluso algunos ya en marcha.
Durante el proceso de reurbanización en el barrio se ha generado una forma de trabajo que
se encuentra en el corazón de las metodologías propuestas por el proyecto de
investigación-acción TUC. Cada uno de los elementos e instancias del proceso de
reurbanización fue producto y resultado de discusiones entre los actores involucrados: el
Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires y vecinos del barrio organizados en
mesas de participación. Sus debates resultaron en ideas alternativas a las originalmente
previstas en el plan, incorporando la mirada y el conocimiento de los vecinos del barrio. En
Villa 20, esto moldeó la relación entre los actores, el diálogo entre las demandas y los
resultados, y la gestión general del proceso. A su vez la discusión y circulación de ideas
profundizó el compromiso de la comunidad con las transformaciones que sucedían en el
territorio.
La construcción colectiva es uno de los pilares básicos para abordar el proyecto TUC. La
participación promueve que la gobernanza, las políticas y las prácticas se discutan entre
quienes forman parte y pueden verse afectados por las decisiones tomadas. La
colaboración de todas las partes, por lo tanto, es una condición previa en el diseño e
implementación de las transformaciones físicas y sociales dentro de los entornos colectivos
y ambientales particulares.
De esta manera lo que se busca es debatir ideas desde abajo hacia arriba y encontrar
procedimientos para co-diseñar, generar consensos e implementar conjuntamente entre
todos los actores intervinientes en este proceso; es fundamental para llevarlo a cabo de
manera eficiente y sostener en el tiempo y asi mejorar las condiciones de vida de los
vecinos y vecinas del barrio.
Siguiendo esta línea de trabajo, los instrumentos para TUC son construidos por los
diferentes actores participantes del Laboratorio Urbano: líderes sociales de la Villa 20,
funcionarios del Instituto de Vivienda de la Ciudad que coordinan el proceso de
reurbanización del Barrio 20, funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental de la
Ciudad que desarrollan la agenda climática de la ciudad, y funcionarios de la Secretaría de
Antropología Urbana de la Ciudad que producen datos para el análisis climático, entre otros.
En el país, el Registro Nacional de Asentamientos Informales (RENABAP) ha relevado más
4.400 barrios populares con más de 4 millones de habitantes que carecen de servicios
básicos formales. Actualmente, algunos de ellos son parte de programas de reurbanización
e integración con enfoques participativos similares al de Barrio 20, pero que todavía no
incorporan transformaciones sistémicas hacia la sostenibilidad.
Las ideas y los instrumentos desarrollados en el proyecto piloto TUC de Barrio 20 pueden
en un futuro influir en distintos procesos de reurbanización que actualmente se llevan a
cabo en el resto de la ciudad y del país.