En los últimos días muchos medios de comunicación de todo el mundo abordaron el “Fenómeno Milei”, pero en esta ocasión desde una perspectiva sarcástica y con bromas y burlas hacia el candidato presidencial de La libertad Avanza.
El popular comediante estadounidense habló sobre el candidato de La Libertad Avanza. “No probamos dejar que un mapache sea jefe de cirugía simplemente porque algunas ideas son malas”, dijo en su show, uno de los más vistos de la televisión estadounidense.
Por su parte, en España, la figura de Milei es vista con cierta extrañeza por sus características personales, pero ideológicamente la entienden perfectamente. Simplemente la ven como una especie de Vox pasado de rosca y un poco -o bastante- más extremo. De hecho, durante la noche del domingo, en el búnker mileista, no sólo estaba el ultra Eduardo Bolsonaro, los extremistas españoles también enviaron sus representantes. Al día siguiente, también recibió el apoyo de la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, la derechista Isabel Díaz Ayuso.
En el programa El Intermedio del canal La Sexta, conducido por el Gran Wyoming -ex conductor de la versión española de Caiga Quien Caiga- llevaron a un imitador de Milei que decía que iba a privatizar el sol mientras blandía una motosierra en el estudio.
The Guardian, uno de los medios más leídos del planeta, se publicó una nota donde se hablaba de un hecho que también es una noticia insólita durante esta semana post electoral tan convulsionada en lo político. El rechazo abierto de los dos fandoms más grandes del mundo, es decir, las swifties y el Army de BTS, contra la fórmula libertaria. Sucede que la candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, había tuiteado en 2020 que BTS le sonaba a una “enfermedad de transmisión sexual” mientras que Milei había criticado a las “progresistas” que escuchaban Taylor Swift. En ese punto, es válido decir que los libertarios no parecen haber dejado individuo, grupo o colectivo sin ofender durante su campaña electoral. Del papa Francisco a las swifties, sin escalas. No deja de ser interesante que las respuestas vengan por parte también del humor, más aún teniendo en cuenta la densidad y los niveles de odio y violencia del discurso libertario contra todo aquello que considera enemigo.
