En la ciudad ¿Es rentable comprar un departamento para alquilar, que pasa en el Sur?

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El mercado de alquiler en Buenos Aires está experimentando un notable incremento en la demanda y en las transacciones inmobiliarias, lo que ha suscitado un mayor interés en la compra y venta de propiedades destinadas al alquiler. La derogación de la Ley de Alquileres, la implementación de operaciones de lavado de dinero y el relanzamiento de créditos hipotecarios están motivando a los inversores a explorar nuevas oportunidades en el sector inmobiliario.

La rentabilidad del alquiler ha mostrado una mejora significativa en comparación con años anteriores, destacándose barrios como Villa Lugano (Comuna 8), que presenta una rentabilidad media del 7,3%. Zonas de alta demanda, como Recoleta (Comuna 2) y Palermo (Comuna 14), también son recomendadas para la inversión, ya que aseguran una rápida ocupación y estabilidad en los precios de alquiler a lo largo del tiempo.

Para los inversores, se aconseja enfocarse en áreas de alta demanda, seleccionar inquilinos responsables y solventes, y considerar la ubicación y la infraestructura de la propiedad para maximizar la rentabilidad. Invertir en propiedades situadas en zonas céntricas y bien comunicadas puede ayudar a reducir el riesgo de vacantes y garantizar ingresos constantes.

En resumen, el mercado de alquiler en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires presenta perspectivas favorables para los inversores. Con la implementación de nuevas prácticas y cambios legislativos, se anticipa que la rentabilidad del alquiler continúe en ascenso en los próximos años.

Además, un informe reciente indica que las propiedades en buen estado y con precios competitivos están atrayendo a un número creciente de inquilinos. Sin embargo, el segmento de alquileres temporales ha experimentado cambios en los últimos meses.

Durante julio, los alquileres temporales a través de plataformas como Airbnb y Booking mostraron un aumento en la rentabilidad potencial, gracias a tarifas diarias más elevadas. No obstante, la demanda se ha visto afectada por la disminución del turismo y un cambio en las preferencias de los estudiantes hacia alquileres tradicionales.

Según el experto Cuello, aunque la rentabilidad promedio se sitúa en un 6% anual, los propietarios están enfrentando demoras más prolongadas para alquilar sus propiedades equipadas y amuebladas. Anteriormente, estos inmuebles solían ser ocupados en un plazo de 15 a 20 días, pero ahora pueden tardar hasta 45 días en encontrar inquilinos.

Este retraso en la ocupación implica que los costos de mantenimiento y otros gastos no se recuperen con la misma rapidez que antes, lo que puede comprometer la estabilidad financiera de los propietarios. Por lo tanto, es crucial que los dueños de propiedades estén al tanto de estos cambios en el mercado y ajusten sus estrategias en consecuencia.

En conclusión, la clave para atraer inquilinos en el entorno actual radica en mantener las propiedades en óptimas condiciones y ofrecer precios competitivos. La competencia es intensa, y los propietarios deben estar dispuestos a adaptarse a las nuevas tendencias y preferencias de los inquilinos para asegurar una ocupación constante y una rentabilidad sostenible.

 

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