El programa de reciclado de la Fundación Garrahan cumplió 25 años ayudando a los niños de todo el país en su sede de Pichincha 1731 en el barrio porteño de Parque Patricios.
El Programa de Reciclado y Medio Ambiente de la Fundación comenzó en 1999 con el reciclado de papel, en 2006 se sumaron las tapitas plásticas, en 2008 las llaves de bronce y en 2018 las latitas de gaseosa. A su vez, realizamos campañas de otros materiales como placas radiográficas, cables, CDs y DVDs, etc. También, durante estos años hemos llevado adelante el Programa de Compactación de Chatarra donde se han reciclado materiales como automóviles, rezagos de buques y aviones.
Este fin de semana se celebró su aniversario numero 25 en su sede la Casa Garrahan en el barrio de Parque patricio, un espacio solidario que se sostiene gracias a los aportes solidarios de empresas, instituciones y la comunidad a través de nuestro programa de Padrinos, sostenidos en el tiempo ya que muchos de ellos nos acompañan desde su creación. Mediante una donación anual podrás sumarte a esta iniciativa y acompañar a muchas familias que pasan sus días en nuestra Casa.
El programa de reciclado de la Fundación Garrahan es:
Un proyecto ecológico
Con cada tonelada de papel reciclado se logran salvar 17 árboles medianos que tardan entre 15 y 20 años en crecer. Al reciclar papel se ahorra un 70% de agua, un 45% de energía y se reduce la contaminación. La fabricación de diferentes productos a partir del reciclado de tapitas de plástico evita el uso de petróleo. Al reciclar bronce se evita la extracción de recursos minerales no renovables.
Un proyecto solidario
Los recursos económicos que se generan desde el Programa de Reciclado y Medio Ambiente de la Fundación se aplican en: la compra y reparación de equipamiento de alta complejidad para el Hospital; la adquisición de insumos; la capacitación del equipo de salud, la provisión de oxígeno y viáticos para pacientes; y el financiamiento de otros programas.
Un proyecto educativo
La solidaridad llevada a la acción por los diversos actores de nuestra sociedad y de países vecinos ha permitido un cambio de hábitos, al adquirir el valor del cuidado del medio ambiente.
