Los servicios de Cardiología e Intervencionismo del Garrahan del barrio porteño de Parque Patricios fueron reconocidos a nivel nacional por su destacada labor en el tratamiento de pacientes con cardiopatías congénitas complejas. Recibieron el premio “Dr. Rodolfo Kreutzer” por su trabajo “Embolización linfática en la enteropatía perdedora de proteínas en la circulación Fontan-Kreutzer” durante el 50° Congreso Argentino de la especialidad, organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología.
La cirugía de Fontan-Kreutzer, fundamental para la supervivencia de pacientes con ventrículo único, puede generar enteropatía perdedora de proteínas, una afección que deteriora la calidad de vida. Gracias a la técnica de embolización linfática, que ha demostrado ser segura y eficaz en el manejo de esta complicación, los pacientes experimentan una mejora en sus niveles de albúmina, una disminución de los edemas generalizados y una mayor estabilidad clínica.
“Si bien la embolización linfática es un tratamiento paliativo, el beneficio que le brinda a los pacientes que padecen fallas en la circulación Fontan, se basa en lograr la disminución o desaparición de los síntomas”, aseguró Gladys Salgado, jefa de Cardiología.
“El tratamiento permite compensar al paciente ante el cuadro ya instaurado y estabilizarlo, lo que mejora su calidad de vida, y en otros casos, su condición clínica a la espera de trasplante cardíaco”, agregó la cardióloga Carla Pasinato, una de las autoras principales del trabajo.
El Hospital Garrahan es el único centro del país que realiza este procedimiento innovador para esta complicación. Por este motivo, más de la mitad de los pacientes de esta investigación tienen más de 18 años.
“Esta técnica representa un gran avance en el tratamiento de una complicación que tenía pocas opciones terapéuticas. Nuestro objetivo es seguir mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes”, afirmó Darío Teplisky, jefe de Clínica en el servicio de Intervencionismo.
El Hospital cuenta con un registro de más de 500 pacientes sobrevivientes a la cirugía de Fontan-Kreutzer, “muchos de estos pacientes están en diferentes etapas del complejo proceso de transición y transferencia a centros asistenciales para adultos, ya que requieren seguimiento en centros de alta complejidad, abordaje interdisciplinario y con entendimiento de esta fisiología peculiar”, sostuvo Mariela Mouratian, jefa de Clínica del área ambulatoria de Cardiología y autora del trabajo.
“Actualmente tenemos 9 pacientes a los que realizamos embolizaciones linfáticas por cuadros de enteropatías perdedoras de proteínas. Probablemente el número de pacientes no sea impactante, pero es una condición infrecuente de encontrar. Hoy tenemos una herramienta que nos permite mejorar su calidad de vida y esto es lo que nos empuja a continuar desafiando la falla del Fontan”, concluyó María Victoria Lafuente, jefa de Clínica de internación de Cardiología y co-autora del trabajo.
