Hinchas y socios de San Lorenzo de Almagro explotaron de bronca al caer derrotado su equipo nuevamente de local en el Bajo Flores en este caso ante Tigre que hacía más de 200 minutos que no podía marcar un gol.
La jornada ya había comenzado mal con el escándalo de la asamblea suspendida en Boedo, a causa de la bronca de un grupo de socios, y culminó con el descontento de los hinchas en el estadio del Bajo Flores tras la caída del Ciclón, lo que marcó un cierre de año desastroso en lo futbolístico.
Al finalizar el partido que tuvo una muy pobre actuación de los locales los fanáticos del equipo de Boedo descargaron su furia contra los dirigentes con insultos, piedrazos y destrozos en la entrada principal del estadio, lo que requirió la intervención de la policía. Ante el mal clima, Miguel Ángel Russo suspendió la conferencia de prensa y su continuidad como técnico del club está en duda tras este pobre final de temporada.
Estuvo muy cerca de terminar de forma escandalosa la jornada si cedía un portón y los hinchas ingresaban a la zona de vestuarios del Nuevo Gasómetro de Bajo Flores.
En un pésimo partido los de Boedo carecieron de ideas y de ganas, San Lorenzo no solo tuvo que batallar con sus propias limitaciones, sino que también afrontó los últimos 25 minutos con un jugador menos por un patadón de Gonzalo Luján, quien vio la roja directa mediante el VAR y no se salvó de los silbidos mientras salía del campo de juego.
Tras la roja, Tigre tomó confianza y el Cuervo se desmoronó. La estocada final llegó a los 73 minutos y mediante los pies de Martín Garay. El final fue a puro insulto como previa los desmanes
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