La fábrica de las hamburguesas que fueron furor hace unos años y que su fabrica está ubicada en el Pasaje Andorra y Molina en el barrio de Liniers volvió a sufrir una clausura. En esta ocasión la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y la Fiscalía Nro. 38 intervinieron debido a diversas irregularidades.
Mas allá de las clausuras, la empresa continúa operando de manera ilegal, infringiendo las disposiciones impuestas por las autoridades, señalaron fuentes del ultimo operativo. Los problemas de la empresa surgió entre los propietarios de la franquicia y los propios franquiciados.
Según informó una de las partes en conflicto los propietarios de Deniro Hamburguesería SAS, Esteban Siderakis y Nicolás Sánchez, fueron acusados de estafar a los titulares de las franquicias. Las acusaciones señalan que vendían derechos de franquicia por sumas considerables en dólares, prometiendo una facturación específica y la recuperación de la inversión en un período determinado.
Ante situaciones de complicaciones economicas Siderakis y Sánchez ofrecían comprar las franquicias a un valor mucho menor al que los franquiciados habían pagado originalmente y, en algunos casos, no habrían cumplido con los pagos acordados, dejando a las víctimas sin recursos. “Era entonces cuando aparecían Sánchez y Siderakis y nos ofrecían comprarnos la franquicia. Por supuesto, a un monto mucho menor del que habíamos pagado y encima en cuotas. Muchos aceptaron porque estaban sumiéndose en deudas por culpa de Deniro. Lo peor de todo es que después ni siquiera pagaban las cuotas. Te dejaban sin nada”, afirmó uno de las víctimas de la estafa.
