Barracas tiene el primer centro TUMO de América Latina
Se trata de la primera sede del innovador modelo de aprendizaje en tecnologías creativas. Habrá prioridad para estudiantes de escuelas públicas, ubicado en la sede del Centro Metropolitano de Diseño (CMD), Algarrobo 1041 en el barrio de Barracas. Se podrá aprender animación, desarrollo de videojuegos, producción cinematográfica, música, diseño gráfico, modelado 3D, programación y robótica.
Recientemente el jefe de gobierno, Jorge Macri; la ministra de Educación de la ciudad, Mercedes Miguel, y el CEO de TUMO Buenos Aires, Pedro Moneda, realizaron una visitaal lugar y explicaron el funcionamiento del centro, los criterios de ingreso y la lógica de formación, que está focalizada en el interés personal de cada participante, sin evaluaciones tradicionales ni certificaciones formales. La convocatoria está abierta a toda la comunidad, con prioridad para estudiantes de escuelas públicas. El lugar tiene capacidad para entre 1500 y 1800 jóvenes por año.
Las clases comenzarán el 7 de julio, y podrán acceder al programa, que funcionará en contraturno al horario escolar, los menores de entre 12 y 18 años que vivan o asistan a una escuela pública o privada en la Ciudad de Buenos Aires.
Dentro de las instalaciones del CMD habrá cuatro aulas para la enseñanza simultánea, un Laboratorio de Robótica y Programación equipado, un Estudio de Grabación para el aprendizaje de música y producción audiovisual, y un Espacio de Autoaprendizaje, donde los estudiantes podrán trabajar de manera independiente en sus proyectos. Al finalizar el curso, los alumnos se llevarán su portfolio con lo realizado durante el período de aprendizaje.
Sobre el centro TUMO de Barracas Jorge Macri expresó “Este es un sistema que complementa a la educación formal, y funciona a contraturno. Acá vas a poder venir a la mañana o a la tarde, según el horario del chico. Se puede anotar a un taller o a los ocho que se ofrecerán. Lo único que se le exige es que no falte. Si falta, otro ocupa su lugar, porque son espacios muy valiosos, muy preciados, muy dedicados, que mucha gente quiere tener. No es para anotarse y después ver qué pasa, ir y venir. Por eso está la libertad de probar con algún taller, ver cómo se adapta, porque además sigue estudiando, juega al fútbol, al handball o hace otras actividades”.