El Juicio por la Muerte de Maradona y el Escándalo del Video de la Jueza Makintach

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El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, que prometía ser uno de los procesos judiciales más emblemáticos de la historia argentina, quedó súbitamente paralizado y envuelto en un escándalo de proporciones internacionales. El epicentro: la jueza Julieta Makintach, protagonista inesperada de una trama digna de serie de streaming.

El juicio que conmovía al país

El 11 de marzo de 2025, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro abrió el proceso para determinar si hubo negligencia médica en la atención domiciliaria que recibió Maradona antes de su muerte en noviembre de 2020. Siete profesionales de la salud estaban en el banquillo, y la atención mediática era total. Pero nadie imaginaba que el juicio mismo sería desplazado del centro de la escena por un escándalo judicial inédito.

El hallazgo: una miniserie secreta

Todo estalló cuando la fiscalía, encabezada por Patricio Ferrari, presentó pruebas irrefutables: la existencia de un documental titulado “Justicia Divina”, una miniserie de seis episodios de media hora, con guion, títulos de capítulos y hasta un tráiler de casi dos minutos. La protagonista central no era otra que la propia jueza Makintach. El guion, hallado en un allanamiento a productoras audiovisuales, la mostraba en su rutina diaria, eligiendo su ropa, maquillándose, llegando al tribunal y asumiendo el rol de heroína judicial.

Las imágenes del tráiler, proyectadas en la sala, alternaban la llamada al 911 por la muerte de Maradona, coberturas internacionales y escenas de la jueza en su despacho. El impacto fue inmediato: abogados y familiares de Maradona estallaron en llanto y gritos. El abogado Fito Baqué, expulsado del juicio en una escena que luego apareció en el guion de la serie, le gritó a Makintach: “¡Basura! ¡Me sacaste en un documental!”.

El escándalo: la jueza en el ojo de la tormenta

La defensa de la jueza fue tan inmediata como infructuosa. “Nada de esto es mío. No soy responsable”, dijo Makintach, mientras el presidente del tribunal le negaba la palabra y la sala se sumía en el caos. La fiscalía, con las pruebas en la mano, la acusó de haber mentido y de comprometer la imparcialidad del proceso. Las cámaras de seguridad la mostraban entrando al tribunal junto a un equipo de filmación, usando la entrada exclusiva para jueces6.

La Universidad Austral, donde Makintach ejercía docencia, la suspendió de inmediato. En el ámbito judicial, se multiplicaron los pedidos de juicio político y destitución. La presión fue tal que la jueza terminó aceptando la recusación y se apartó del caso: “Espero que el juicio pueda seguir, aunque sea sin mí. Yo no conocía este material y estoy tan sorprendida como todos ustedes”, se defendió hasta el final.

La trama del documental

El guion de la miniserie, de 14 páginas, detallaba los seis capítulos: “La Justicia y los lugares”, “La Justicia y los dioses”, “La Justicia y los abogados”, “La Justicia y los familiares”, “La Justicia y el azar”, “La Justicia y la sentencia”. La figura de Makintach era el hilo conductor, presentada como una mujer decidida, con estilo, enfrentando el juicio más importante de su vida.

Consecuencias e incertidumbre

El proceso por la muerte de Maradona quedó en suspenso. Las partes discuten si el juicio debe continuar con nuevos jueces o ser declarado nulo. El descrédito institucional es profundo y la credibilidad del sistema judicial, una vez más, está en juego. Mientras tanto, el país y el mundo asisten atónitos a un espectáculo donde la justicia y el show se confundieron peligrosamente.

La historia, que comenzó como una búsqueda de verdad por la muerte del ídolo, terminó revelando las miserias y tentaciones del poder, el ego y la exposición mediática en la Argentina contemporánea. El juicio por Maradona, por ahora, espera un nuevo capítulo. Y la jueza Makintach, lejos del estrado, quedó marcada para siempre como la protagonista de un escándalo que nadie podrá olvidar.

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