Nueva Chicago volvió a tropezar en la Primera Nacional y sumó otra derrota preocupante, esta vez en casa frente a Temperley, que se impuso por 1 a 0 en el estadio República de Mataderos por la fecha 17 de la Zona B.
El único gol del encuentro lo marcó Franco Ayunta a los 31 minutos del segundo tiempo, tras aprovechar una de las pocas chances claras en un partido cerrado y de escaso vuelo futbolístico. El delantero, que ingresó desde el banco, fue el gran destacado de la tarde y le dio tres puntos vitales al “Gasolero”, que se acomoda en la tabla y sueña con meterse en el reducido por el segundo ascenso.
Chicago, en cambio, no logra salir de su mal momento: con esta caída, el equipo dirigido por Walter Perazzo quedó en la decimosexta posición, con apenas 14 puntos, y sigue sin poder despegar del fondo de la tabla. El equipo mostró poco peso ofensivo y, pese a los cambios introducidos en la segunda mitad, no encontró los caminos para inquietar seriamente al arquero visitante.
El partido fue parejo y trabado, con pocas situaciones de riesgo. Temperley supo golpear en el momento justo y luego defendió la ventaja con solidez, apoyado en una buena tarea de su defensa y el orden colectivo. Chicago, por su parte, volvió a mostrar las mismas falencias que lo tienen a maltraer en el torneo: falta de ideas en ataque, poca profundidad y escasa reacción ante la adversidad.
El próximo compromiso para Chicago será ante San Telmo, en un partido clave para intentar cortar la racha negativa y empezar a sumar de a tres. Temperley, en tanto, recibirá a Colón con la ilusión renovada.
En Mataderos, el clima fue de desazón y preocupación: el equipo no levanta y la lucha por evitar el descenso comienza a ser una realidad cada vez más palpable, a muy poco tiempo de inicio de un nuevo proceso electoral.
