La Justicia imputó al ministro de Salud de la Nación Mario Lugones por mal manejo del hospital de pediatría Dr. Garrahan ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios y que en los últimos meses fue noticia por las protestas de sus trabajadores y denuncias públicas de intento de vaciamiento.
La justicia federal imputó formalmente al Ministro de Salud por presuntas irregularidades vinculadas a la gestión de recursos públicos durante la pandemia. La causa, que se encuentra en etapa preliminar, investiga posibles actos de corrupción y malversación de fondos destinados a la adquisición de insumos médicos y vacunas.
Según fuentes judiciales, la imputación se basa en denuncias presentadas por organismos de control y asociaciones civiles que alertaron sobre sobreprecios y adjudicaciones directas sin licitación en contratos millonarios. La fiscalía a cargo del caso solicitó medidas probatorias, entre ellas el secuestro de documentación oficial, registros contables y comunicaciones internas del ministerio.
El Ministro, a través de su equipo legal, rechazó las acusaciones y calificó la imputación como “una maniobra política destinada a desestabilizar la gestión sanitaria”. Además, afirmó su disposición para colaborar con la justicia y aclarar cualquier duda sobre la transparencia de su administración.
Este episodio genera un impacto significativo en el ámbito político y sanitario, en un momento clave para la continuidad de los programas de salud pública. Analistas señalan que la causa podría extenderse durante meses y afectar la agenda gubernamental, mientras que la oposición exige explicaciones y mayor control sobre el manejo de fondos públicos.
La investigación continuará con la toma de declaraciones testimoniales y la evaluación de pruebas, en un proceso que busca determinar responsabilidades y garantizar la integridad en la administración del sistema de salud.
