Tras la condena a seis años de prisión de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad, desde la Casa Rosada anticiparon que la detención será “respetuosa” y evitarán “montar un show” como ocurrió en casos anteriores durante la gestión macrista. Una fuente oficial aseguró a Noticias Argentinas que “la foto humillante no va a estar”, en clara referencia a la imagen del exvicepresidente Amado Boudou esposado, en pijama y descalzo, detenido por la Prefectura Naval en su departamento del Madero Center en 2017.
El Poder Ejecutivo, aunque celebra el fallo judicial, mantiene un clima de incomodidad y se esfuerza por enmarcar el proceso como estrictamente judicial y no político. El Tribunal Oral Federal 2 (TOF2), a cargo del juez Jorge Gorini, estableció que Fernández de Kirchner tiene cinco días hábiles para presentarse en los tribunales de Comodoro Py. En caso de que no se acepte el pedido de prisión domiciliaria presentado por la defensa, existe la posibilidad remota de que deba permanecer detenida en un establecimiento de las fuerzas federales.
Los abogados de la exmandataria solicitaron que pueda cumplir la condena en su domicilio de Constitución, argumentando que las condiciones de asilamiento y vigilancia permanente sólo pueden garantizarse en la privacidad de su hogar, donde vive con su hija y su nieta. Además, pidieron que no se le imponga el uso de tobillera electrónica, dado que contará con custodia las 24 horas.
El contexto de la detención de una expresidenta que además sufrió un intento de magnicidio ha llevado a que desde el Gobierno se busque un procedimiento “lo más cuidado posible”. Fuentes oficiales destacaron la determinación de Cristina Fernández de Kirchner de aplacar las expresiones de protesta ante la sentencia, lo que sorprendió a algunos en la Casa Rosada.
La experiencia con la detención de Amado Boudou, que generó imágenes públicas y polémicas, es tomada como antecedente a evitar. El Gobierno busca evitar que se repita una situación similar, en la que la difusión de imágenes humillantes generó un fuerte impacto mediático y político.
En paralelo, la defensa de Fernández de Kirchner prepara recursos ante instancias internacionales, incluyendo la Corte Penal Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en busca de revisar la sentencia y cuestionar la imparcialidad de los jueces que intervinieron en el caso.
