Renunció la presidenta del Consejo de administración del Garrahan 

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Soraya El Kik presentó su renuncia a la presidencia del Consejo de Administración del Hospital Garrahan este miércoles, apenas ocho meses después de haber asumido el cargo en octubre de 2024. La salida de El Kik se produce en un contexto de fuerte crisis institucional, marcado por el desfinanciamiento del hospital, conflictos salariales y protestas del personal médico y residentes.

Desde la dirección del hospital del barrio de Parque Patricios se informó oficialmente que la renuncia de El Kik responde a “motivos de salud”. Sin embargo, fuentes internas y sindicales señalan que la decisión estuvo atravesada por presiones políticas y el deterioro de las condiciones de gestión, en medio de un grave ajuste presupuestario impulsado por el gobierno nacional. El hospital, referente nacional y latinoamericano en pediatría, atraviesa uno de sus momentos más críticos desde la reapertura democrática, con renuncias de profesionales clave y reducción de servicios.

La renuncia se conoció durante la primera jornada de un paro de 48 horas del personal, en reclamo de mejoras salariales y condiciones laborales dignas. Los trabajadores habían rechazado la última oferta salarial y denunciaron la falta de diálogo con las autoridades, que no se presentaron a la audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo.

En reemplazo de Soraya El Kik, el Ministerio de Salud de la Nación designó a la pediatra Mariel Sánchez, quien trabaja en el Garrahan desde 1993 y se desempeñaba como Directora Médica Ejecutiva. Especialista en bioética y administración hospitalaria, Sánchez asume el desafío de conducir la institución en un contexto de fuerte ajuste y conflictividad interna.

El Consejo de Administración del Garrahan destacó que la nueva gestión buscará “profundizar el camino de eficiencia operativa, ahorro genuino, transparencia en la administración y uso responsable de cada peso del presupuesto”. Sin embargo, sectores sindicales y trabajadores temen que esto implique una profundización de los recortes y la precarización laboral.

La salida de El Kik fue interpretada por representantes gremiales como una “renuncia encubierta” y parte de una crisis más profunda en la conducción del hospital. Los trabajadores continúan con medidas de fuerza y movilizaciones para visibilizar el desfinanciamiento y exigir respuestas al Gobierno Nacional.

 

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