Vecinos de Mataderos se rebelan contra Megaproyecto Inmobiliario en Avenida Emilio Castro
Un polémico proyecto de construcción de torres en el predio de Vialidad Nacional, ubicado en la Avenida Emilio Castro de Mataderos, ha encendido la alarma entre los vecinos de Naón, un barrio caracterizado por su tranquilidad y su perfil de casas bajas. La comunidad, en una férrea oposición, denuncia la falta de transparencia, el inminente impacto ambiental y social, y la amenaza que representa para la identidad barrial.
La preocupación central de los residentes gira en torno al drástico aumento de la densidad poblacional que acarrearía la edificación de múltiples torres. “Estos proyectos dejan en evidencia el interés de unos pocos, con poder, que, por supuesto no somos los vecinos”, expresó con indignación una vecina, reflejando el sentir de una comunidad que se siente ignorada en la toma de decisiones que afectan directamente su futuro. Los vecinos advierten que Naón, con su actual infraestructura, no está preparado para absorber un crecimiento tan desmedido.
Uno de los puntos más críticos señalados por los frentistas es la ya deficiente situación de los servicios básicos. El suministro de agua, luz y gas presenta interrupciones y bajas presiones de manera recurrente, problemas que, según los residentes, se agravarán exponencialmente con la llegada de cientos de nuevos habitantes. La infraestructura actual simplemente no soporta la demanda adicional que generaría un megaproyecto de esta envergadura.
Ante este panorama, la movilización vecinal no se ha hecho esperar. Organizaciones locales y ciudadanos autoconvocados han impulsado una serie de acciones para expresar su categórico rechazo. Manifestaciones públicas, recolección masiva de firmas en petitorios y el inicio de acciones legales son las herramientas que la comunidad está utilizando para defender su barrio. “Presentamos un petitorio en la Legislatura, con más de 400 firmas juntadas en el transcurso de una semana, para impedir que se realicen construcciones de tamaña magnitud”, informaron los activistas, destacando la velocidad y la contundencia de la respuesta vecinal. Este esfuerzo subraya la denuncia generalizada de una flagrante falta de diálogo y participación ciudadana por parte de las autoridades y los desarrolladores del proyecto.
Más allá de la sobrecarga de servicios, los vecinos advierten sobre el impacto directo en la calidad de vida y el paisaje urbano de Naón. La construcción de edificios altos en una zona de casas bajas generaría severos problemas de sombra y viento, alterando de manera irreversible la fisonomía del barrio y desmejorando el bienestar de sus habitantes. El temor es que el carácter residencial y la identidad de Naón se desdibujen por completo en favor de intereses inmobiliarios.
La comunidad de Mataderos hace un llamado desesperado a la solidaridad y al apoyo de la sociedad en general. “Les pedimos su apoyo para difundir, frenar estas iniciativas y proteger el perfil barrial, promoviendo una ciudad construida con participación, justicia espacial y respeto por la historia y el entramado social que hace únicos a nuestros barrios”, manifestaron. Este grito colectivo busca no solo detener un proyecto específico, sino sentar un precedente para una planificación urbana más inclusiva y respetuosa de las necesidades y características de cada rincón de la ciudad.