“La encontré con fuerzas y ganas de luchar”
Asi se expresó el presidente de Brasil, Lula Da Silva, sobre su encuentro con Cristina Kirchner en el departamento de San José 1111, donde la ex presidenta cumple prisión domiciliaria.
En un gesto de fuerte carga política y simbólica, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó este jueves a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en su departamento del barrio de Constitución, en Buenos Aires. La visita, que duró cerca de una hora y se realizó a solas en el living de San José 1111, representa un quiebre en el aislamiento que la actual administración de Javier Milei, sectores del establishment y parte del poder judicial intentan imponer sobre la líder del Frente de Todos.
Lula arribó a Argentina para asumir la presidencia pro tempore del Mercosur, en un momento marcado por la apertura comercial y la postura crítica hacia el bloque regional expresada por el gobierno libertario. En medio de una agenda apretada, el mandatario brasileño decidió romper con las presiones internas en Brasil que buscaban evitar el encuentro, mostrando así su voluntad política para expresar solidaridad con Cristina Kirchner.
Desde el entorno de la expresidenta calificaron la reunión como “un acto político de solidaridad” y destacaron la naturaleza privada y fraterna del encuentro. Cristina, que se encuentra bajo arresto domiciliario, denunció a través de sus redes sociales una “deriva autoritaria” en Argentina, que definió como “terrorismo de Estado de baja intensidad”. Además, señaló que la democracia está siendo vaciada desde adentro por un gobierno que se proclama libertario pero que, en su opinión, solo beneficia a los sectores más ricos.
Para poder concretar la visita, Lula debió tramitar una autorización judicial, dada la situación legal de Cristina Fernández de Kirchner. Uno de sus colaboradores afirmó que el presidente brasileño expuso las “condiciones arbitrarias” en las que se encuentra la exmandataria. Cristina, por su parte, enfatizó que su detención domiciliaria responde a un Poder Judicial “subordinado políticamente y al servicio del poder económico”.
En un mensaje contundente, la expresidenta recordó la persecución que sufrió Lula en Brasil, comparándola con la suya propia, y resaltó la fortaleza de un “nosotros” colectivo, que según ella, ni se calla ni se detiene. “Lula lo demostró en Brasil y nosotros también lo haremos”, concluyó en mayúsculas.
Tras la visita, Lula se trasladó a la residencia del embajador brasileño y utilizó sus redes sociales para expresar su apoyo y admiración por la trayectoria política de Cristina. Recordó su propio encarcelamiento y la lucha que lo llevó a regresar al poder con el respaldo popular.
La presencia de Lula movilizó a militantes del peronismo, del Partido de los Trabajadores (PT) y simpatizantes, que colmaron las inmediaciones del edificio, aunque no hubo aparición en el balcón para respetar las condiciones del arresto domiciliario. Jóvenes del PT recordaron el campamento “Lula Livre” que acompañó al líder brasileño durante su detención, y la campaña “Cristina Libre” se hizo visible con carteles y mensajes de apoyo.
Esta visita forma parte de una campaña regional que busca denunciar la persecución política contra Cristina Fernández de Kirchner, con la formación de comités en varios países y la planificación de nuevas acciones, incluyendo la participación en la próxima Conferencia regional de la Mujer organizada por CEPAL, ONU Mujeres y el gobierno de México.