Se trata de nada más y nada menos que de la Saeta Rubia como fue mundialmente conocido Alfredo Di Stéfano, considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, quien nació el 4 de julio de 1926.
Criado en el barrio porteño de Barracas, con debut en River e ídolo en Millonarios de Colombia y Real Madrid, siempre fue un hombre de pocas palabras. Sin embargo, dejó varias frases que quedaron en el recuerdo.
Di Stéfano, brillo en River Plate, Huracán, Millonarios de Bogotá, Real Madrid, Español y las selecciones de Argentina y de España, campeón con River, con Millonarios y con Real Madrid, donde se convirtió en el máximo ídolo de la historia de la institución. Con el Real conquistó ocho veces el título de Primera División y cinco veces consecutivas la Copa de Campeones de Europa (de 1956 a 1960).
Hijo de padres italianos, debutó en primera división en 1944, y cinco años más tarde ingresó en la plantilla del Millonarios de Bogotá. Ya había sido campeón de Argentina en el River Plate y siete veces internacional con la selección de su país cuando fue fichado por el Real Madrid en 1953, tras una polémica disputa con el Fútbol Club Barcelona. El presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu, vio en él al jugador ideal para formar un equipo poderoso a nivel europeo.
En el año 2000 fue nombrado presidente de honor del Real Madrid, cargo que conservó hasta su fallecimiento.
