Memoria y reparación histórica*

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La última dictadura cívico militar dejo secuelas plagadas por todos los rincones de nuestra patria, siempre con el foco puesto en rompernos la identidad. La democracia siempre estuvo en deuda, posiblemente continúe en deuda, pero este jueves pasado volvió a poner la cara por dos reparaciones históricas:
Tanto la vuelta de San Lorenzo a Boedo (ahora es ley) como la realización de la asamblea de FICBA (Federación de Instituciones Comunitarias de Buenos Aires) tienen que ver con saldos pendientes que la dictadura nos dejó. Tendríamos que señalar también que ese día se ganó una batalla evitando que se tratara en el recinto un proyecto de venta de la ciudad deportiva de la Boca para hacer un barrio de lujo en Costanera Sur, un barrio para pocos. Un nuevo proyecto asoma como propuesta más democrática y participativa de todas la federaciones deportivas. Una ciudad deportiva para todxs!

Cuarenta y cinco años y poco más de cuatro meses pasaron desde que se interrumpió la democracia a fuerza de fuego y metralla. Fueron múltiples los métodos que utilizaron para perpetuarse en el poder. Todo con la intención de rompernos la identidad, de borrarnos de la cancha. Hasta puntos inimaginables como la desaparición forzada de personas por parte del estado, como ejemplo sumamente extremo. Trabajó siempre en partirnos la identidad en mil pedazos.
Este jueves 5 de agosto en la legislatura porteña miles de hinchas y socios de San Lorenzo de Almagro volvieron a copar las calles de Buenos Aires reclamando por su identidad: su barrio. En paralelo a esto, se hizo la asamblea de FICBA, federación que representa a todas las instituciones comunitarias que se encuentran bajo de las Autopistas de la ciudad. Todos los predios que son asociaciones civiles sin fines de lucro que vemos bajo autopista, se juntaron para formar una federación participativa y representativa. Vale aclarar que cuando la dictadura creo las autopistas 25 de mayo y Perito Moreno, poco importó lo que pasaba debajo de las autopistas: la gente, los barrios, las familias.

De golpe se vieron invadidos y destruidos por la obra pública estatal que también les quitaba parte de su identidad. Las Autopistas fragmentadas los barrios, se constituyeron en verdaderas barreras urbanas, todo lo que pasaba bajo de ellas, se percibía inseguro. Fue bastante tiempo después, el momento en que la democracia plantó bandera, y le devolvió a la comunidad sus espacios públicos, mediante organizaciones comunitarias y clubes bajo autopista, que tuvieron y tienen el rol de ser parte fundamental de la comunidad organizada.

La organización de todas las asociaciones civiles y deportivas bajo autopista era una deuda de la democracia, que también se saldó el jueves. Porque los clubes, los barrios son parte fundamental e imprescindible de nuestra identidad.
Al fin y al cabo, somos todas las esquinas de esta ciudad, con las luces del día y también con las tempestades. Con nuestras cicatrices. Somos todas las rondas de los jueves de nuestras abuelas, y su aguante furioso y calmo que dio vueltas el mundo hasta vencerlo entero. Somos su semilla inquieta y ardiente. Somos el mar calmo de su niñez. Llevamos los ojos de nuestras madres, las piernas de nuestros padres. Las manos buenas de los abuelos que se hacen cuna. Somos las 30.000 ausencias ardiendo en nuestra memoria que es la que nos hace ser quienes somos.

*Favio Pirone Presidente de la Federación de Instituciones Comunitarias de Buenos Aires (FICBA) e Integrante de la Junta Comunal n°9 de la ciudad de Buenos Aires

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