Remate de viviendas: negocio para pocos
El día de ayer, el Gobierno porteño, a través del Banco Ciudad, avanzó con el remate de 10 propiedades de herencia vacante, es por ellos que el próximo domingo se realizarla Parque Ameghino (sobre Av. Caseros) del festival “Ni unx pix sin techo”. Desde la consejería de la vivienda explicaron que como siempre denuncian este sistema que no hace más que favorecer al mercado inmobiliario, y en nada se aproxima a paliar la emergencia habitacional en la que nos encontramos miles de familias (sólo para mencionar la situación en CABA, pero que existe y crece en todo el país).
Se supone que los fondos recaudados de los remates van para el Fondo Educativo Permanent, a cargo del Ministerio de Educación. Pero, a pesar de esto, las escuelas de la ciudad se encuentran en cada vez peor condición, y el ministerio dirigido por Soledad Acuña no se planteó ni una reforma estructural para que las aulas por ejemplo pudieran adaptarse a las necesidades de distancias mínimas frente a la pandemia que hoy vivimos.
Es falso creer que estas subastas en nada favorecen a la clase trabajadora. Por empeza, hace falta un depósito del 3% del valor de la base, inaccesible para cualquier familia o persona cuya precarización habitacional está ligada a la precarización laboral, y en muchos casos incluso pérdida del empleo por la crisis económica que atravesamos.
Además, la cantidad de personas en situación de calle ha crecido, al ritmo que es cada vez mayor la cantidad de alquileres que no aceptan niñes, y cientos de mujeres cabeza de familia no encuentran una solución habitacional luego de ser desalojadas o huyendo de la violencia que sufren de mano del agresor, con quien comparten su vivienda.
Sólo por dar un ejemplo. El hotelero Leonardo Ratushny en 2010 compró en remate por sólo $ 1.000.000 (sí, pesos) la casa colectiva Santa Cruz 140, en donde habitan 106 familias (incluyendo 131 niñes). Desde entonces, resisten al desalojo. Nos preguntamos en qué mundo vivimos donde el gobierno de la ciudad pone en remate espacios habitados, ¿cómo es esto posible? En las subastas de hoy se da un caso similar, donde la base justamente es muy baja porque quien la compre deberá activar el desalojo. El estado se lava las manos y deja en manos de la “justicia civil” la resolución del derecho a la vivienda de las fanilias que habitan los inmuebles rematados. La propiedad privada no puede tener más peso que el derecho a la vivienda.
Repudiamos que los remates sean dirigidos a los emprendedores inmobiliaros, cuando serían de mucha utilidad, por ejemplo, para sumar a una plaza de inmuebles afectados al alquiler social (programa que ni el Ministerio de Desarrollo Territorial y Habitat de nación, a cargo de Ferraresi, ni lxs congresales oficialistas se dignan a reglamentar). También desde el movimiento de muejres y disidencias venimos exigiendo soluciones habitacionales para las identidades discriminadas (disidencias, infancias, etc) como para aquelles que atraviesen violencia de género. Además, las cooperativas de vivienda conforman una extensísima lista de espera por terreno o casas deshabitadas para refaccionar y habitar.
Siendo que las niñeces son particularmente afectadas en la violación de su derecho a la tierra y la vivienda dignas, les invitamos a todxs a participar este domingo 29/8 a las 13hs en Parque Ameghino (sobre Av. Caseros) del festival “Ni unx pix sin techo”.
El documento cierra expresando la consigna “la vivienda es un derecho y no un negocio”