Colocación de la piedra fundamental de Casa Amarilla
En conmemoración de un nuevo aniversario del nacimiento del Almirante Guillermo Brown, se inauguró en 1978 una réplica de su casa en el barrio porteño de la Boca. En la actualidad, funciona el Instituto Browniano y el Departamento de Estudios Históricos Navales.
La construcción de la réplica de la casa del prócer naval de la Armada Argentina, Almirante Guillermo Brown, comenzó a gestarse al aproximarse el bicentenario de su natalicio. El proyecto arquitectónico fue elevado en 1975 por el Contralmirante Laurio Destéfani y el Capitán de Navío, Omar Verzura.
En 1977 se sancionó y promulgó la Ley Nº 21.586 que ordenaba la creación de una Comisión Nacional de Homenaje al prócer Naval que contemplaba la construcción de una réplica de su vivienda en las inmediaciones de la casa original. Los terrenos elegidos, próximos al Hospital Cosme Argerich en el barrio de La Boca, habían sido adquiridos por el Ministerio de Desarrollo Social y tras una serie de gestiones llevadas por el Comandante en Jefe de la Armada, se autorizó la construcción de una réplica en 1978.
El 22 de junio de 1978, al conmemorarse el 206º aniversario de su natalicio, el edificio fue entregado a la Armada Argentina y la piedra fundamental fue colocada el 14 de septiembre de ese mismo año. Actualmente, en el interior de la vivienda, funciona el Departamento de Estudios Históricos Navales y el Instituto Browniano; cuenta además con una biblioteca y un salón de usos múltiples.
Su vida en Casa Amarilla
El Almirante Guillermo Brown adquirió una extensión de terreno cercano al Riachuelo en Barracas y La Boca para construir su casa y una quinta entre 1812 y 1814.
Después de la paz con Brasil, Brown se dedicó al cuidado de su quinta, pero el bloqueo anglo-francés lo puso de nuevo al frente de la Escuadra. El Almirante Guillermo Brown y su familia vivieron en su casa los avatares de la guerra de la Independencia y la apoteosis del triunfo con la victoria del Combate Naval de Montevideo.
En ese contexto, se prepararon los planes de la famosa campaña corsaria del Pacífico de 1815/1817 con el objetivo de salir al mar contra las órdenes del Gobierno; situación que lo llevó a un largo juicio y la retención de los bienes, entre ellos su vivienda, hasta fines de 1821 en que fue recuperada.