El presidente comunal Maximiliano Mosquera Fantoni junto a la Subgerente Mailen Russo un grupo de colaboradores visitaron la ” Asociación Franco Uz”, ubicada en Andalgalá 2269 del barrio de Mataderos.
Elsa Vaamonde, Jorge Antonio Uz García, Claudia Beatriz Fosco y Gabriel Morhun, llevan adelante un espacio en el que las personas con diagnóstico de TGD (Trastorno Generalizado de Desarrollo) -TEA (Trastorno del Espectro Autista), se encuentren contenidos a la vez que lleve a cabo su tratamiento.
PROYECTO DE LA ASOCIACIÓN
La creciente proporción en los nacimientos a nivel mundial de niños con trastornos del espectro autista (mencionada ya en el mundo médico como “epidemia”) y la necesidad de concientización, detección, abordaje y tratamiento a temprana edad de estas patologías y habiendo pasado por todas estas instancias con el desarrollo de nuestro ángel Franco Uz y en su honor y memoria, estamos abocados a la construcción de un Centro Educativo Terapéutico destinado a la intervención multidisciplinaria de los trastornos generalizados del desarrollo en niños y jóvenes, así como también la contención familiar y toma de conciencia a nivel social de los derechos igualitarios de estas y todas las personas.
FINALIDAD DEL PROYECTO
Nuestro propósito es brindar un espacio en el que la persona con diagnóstico de TGD-TEA se encuentre contenido a la vez que lleve a cabo su tratamiento.
Tratamiento en el cual se apuntará a detectar las habilidades presentes para que, su puesta en funcionamiento a través de los apoyos correspondientes pueda hacer efectivo un desempeño con la mayor independencia posible.
Proporcionar un espacio de contención tanto a nuestros concurrentes como a sus familias, con la tranquilidad de saber que contamos con un grupo humano especialmente capacitado para llevar adelante la labor que decidimos emprender, con el firme deseo de transitar juntos este camino, con un objetivo común:
Ver en el otro lo que nos iguala en lugar de detenernos en lo que nos diferencia. Porque somos todos hermanos en Cristo y esta luz de catequización permanente en nuestro obrar cotidiano será lo que ilumine y de claridad a nuestro pasos a la hora de recorrer este camino.
Mostrar que es posible proporcionar a todas las personas igualdad de oportunidades para que cada uno lo capitalice según sus posibilidades y expectativas personales.
Criterios imprescindibles y que se constituyen en plataforma para empezar a hablar de la verdadera inserción; y más aún, de calidad de vida y dignidad humana.
Transitando la Inclusión social dado que estamos convencidos que cuando una persona cuenta con niveles bajos de interacción y apoyo social, la cantidad de síntomas psicopatológicos se incrementa. La mayoría de los síntomas psicopatológicos de las personas con RM pueden abordarse, otorgando un ambiente social que les permita desplegar interacciones. El resultado de las interacciones que se establezcan en el intercambio será siempre humanizador.
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