Se realizó el concurso homenaje a Rosario Vera Peñaloza
En la sede del museo Bernasconi Catulo Castillo 2750 del barrio de Parque Patricios se llevó a cabo en el marco de los homenajes y el concurso a la denominada Maestra de la patria, el taller de grabado “Miradas en blanco y negro” de la apertura del Concurso Homenaje a Rosario Vera Peñaloza en el Museo Benito Quinquela Martín. En esa ocasión se presentaron las obras de las cuatro artistas seleccionadas.
El Museo Bernasconi, materialización del ideario pedagógico de Rosario Vera Peñaloza y su último gran legado a la educación argentina, realiza esta actividad hace muchos años y recibe centenares de niños y niñas que aprenden esta técnica característica de nuestro patrimonio.
Alumnos y docentes del JIC. 5 del Instituto Bernasconi participaron de la actividad
Rosario Vera Peñaloza, la Charo para sus íntimos, nació el 25 de diciembre de 1873, en la Rioja, fue la menor de cuatro hermanos. A los diez años, su vida sufriría un cambio importante, la muerte de su padre y al poco tiempo de su madre, la dejarían huérfana. En su infancia vivió con una tía, quien cuidó de los estudios primarios hasta que ingresó a la Escuela Normal de La Rioja, dirigida por maestras norteamericanas, donde se graduó como Maestra Normal.
Vera Peñaloza comenzó su carrera docente desde muy joven y la vocación la llevo a donde nadie pudo logarlo, se dirigió a la ciudad de Paraná donde fue alumna de Sara Chamberlain de Eccleston, en la Escuela Normal que funcionaba allí. Dos años después obtuvo el título de Profesorado superior de enseñanza, en el mismo lugar y, casi al mismo tiempo, cursó el profesorado destinado a la educación en jardín de infantes para, en 1897, graduarse como Profesora de Kindergarten, en la Escuela de Profesores del Jardín de Infantes de Paraná.
Recibida tres años después, revolucionó la educación creando el primer jardín preescolar que funcionaba como anexo de la escuela Normal de La Rioja, logro que a los pocos años le valió ser nombrada vicedirectora de la institución. Un hecho importante que no puso fin a su camino, todo lo contrario.
Con los años continuó fiel a su idea de abrir jardines de infantes por otras provincias argentinas y se abocó a la educación preescolar. En Córdoba fue vicedirectora hasta 1912 que, desde la gran capital, la convocaron para que fuera la directora de la Escuela Roque Sáenz Peña, lo que mejoró notablemente la performance de la institución: sus alumnos se fueron incrementando y llegaron a quintuplicar su número, superando los mil quinientos inscriptos.
Debido a sus ideas y expresiones políticas comenzaron algunos de sus problemas; en el año 1917 fue cesada en su cargo, lo que llevó a que cientos de voces salieran a favor de su defensa.
En 1924 toma una nueva función: Inspectora de Enseñanza Secundaria Normal y Especial. En este cargo, se desempeñó hasta su jubilación, por razones de salud, en el año 1928.
Tres años después, el Consejo Nacional de Educación le asigna la creación del Museo Argentino para la Escuela Primaria que se instala en el Instituto Félix Bernasconi de Parque Patricios.
Dictó cursos en todo el país impulsando la enseñanza popular y las nuevas técnicas y didácticas en los jardines de infantes. Como mujer atenta a la conexión entre lo popular y nacional, fue primordial en su trabajo dedicarse a que los docentes se perfeccionen en temas cotidianos y en sumar el aporte de los pedagogos extranjeros reconocidos, lo teórico y lo práctico.
Escribió 25 libros, en su mayoría inéditos. Aunque su fuerte militancia fue su verborragia, aún más fuerte lo fue su accionar. Incansable fundadora de museos y jardines de infantes en todo el país, ocupó 22 cargos públicos y fue maestra en muchas provincias procurando aulas en todo el país.
Rosario Vera Peñaloza falleció el 28 de mayo de 1950 en Chamical, provincia de La Rioja de cáncer de útero. Entregó todo lo que poseía, acto que quedó plasmado en su testamento mostrando su generosidad la cual fue tal que donó hasta su vieja hamaca. En su honor, en diciembre de 2014, por medio de la Ley N° 27059, se estableció el “28 de mayo de cada año, como el Día Nacional de la Maestra Jardinera”.