“Las tierras del Moyano no se tocan”
Bajo esa consigna los trabajadores del hospital de salud mental del barrio de Barracas advierten sobre la intencionalidad por parte del gobierno porteño de tener en carpeta proyectos para los terrenos del hospital Braulio Moyano. Desde ATE y la CTA repudian esta actitud y denuncian en modo de advertencia sobre estas ideas que planifican desde el GCBA para los terrenos ubicados en la comuna 4.
En un comunicado de prensa expresaron desde la agrupación Hospitales de la Ciudad, le décimos al ministro de salud Fernán Quirós y al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta “Basta de ajuste en Salud Mental, No al traslado y cierres de servicios en el Nosocomio. Trabajadores se concentran el viernes 29/7 en el hall central de la institución”.
Desde el mencionado espacio sindical denuncian que se trata de un intento de negocio inmobiliario con la amplia extensión de terrenos que ocupa el hospital Moyano.
En 1854 el gobierno nacional resuelve aportar una solución al problema de la locura, creando en la ciudad de Buenos Aires el primer hospital psiquiátrico del país. Ese año, mientras paisajistas y arquitectos son convocados para proyectar el futuro hospital, se inaugura el Patio de Dementes en forma provisoria.
En la época de la colonia, la asistencia a los alienados se realizaba según la clase social del mismo. Si pertenecía a una familia con fortuna se los recluía en su propia vivienda, en habitaciones especiales, si eran blancos con poca fortuna en la celda de los conventos y si eran negros en las cárceles del Cabildo. Los alienados tranquilos, que no eran peligrosos, se dedicaban a la mendicidad.
Durante el Virreinato de Vertiz se crea una residencia que se llamó Hospicio de Mendigos.
Órdenes y hermandades hospitalarias, entre ellos la de los frailes Betlemitas, trataron y lograron ubicar dentro de la ciudad espacios para la tan problemática contención de la locura.
En los tiempos de Rivadavia se comenzó a pensar en un proyecto de dos hospicios que se concretó sólo después de Caseros.
En el año 1854 se crea este hospital, por decreto de la Sociedad de Beneficencia, que toma a su cargo la organización y administración de los distintos nosocomios existentes en la época, siendo la Sra. Tomasa Veléz Sarsfield la principal gestora de esta creación.
Pero fue necesaria la visión científica que le dio el Dr. Ventura Bosh quien elaboró un proyecto para un gran hospital tomando el modelo francés. Recién a fines de siglo se va terminando la construcción de los grandes pabellones.
Hoy, 17 hectáreas, admirablemente arboladas con distintas y añejas especies emergen en el corazón del barrio de Barracas, a pocos minutos del centro de la ciudad.
En 1880 pasó a depender del Gobierno Nacional y desde 1992 del Gobierno Autónomo de la Ciudad de BuenosAires.
El nombre del hospital fue colocado en homenaje a Braulio A. Moyano (1903-1959) brillante neuropatólogo y neuroanatomista argentino, nacido en San Luis, que dedicó su vida a la investigación y al trabajo dentro de las paredes de esta institución.
Es importante destacar que el Dr. Moyano fue discípulo de un investigador excepcional, el Dr. Christofredo Jakob (1866-1956), quién llegó desde su Alemania natal a principios del siglo para hacerse cargo del laboratorio de Anatomía Patológica de este hospital que fue modelo de investigación neurobiológica en toda América Latina.
La historia del hospital es un reflejo de la evolución de los conocimientos científicos y de las distintas escuelas en el tratamiento de la locura y también de los avatares del desarrollo económico y social del país. Por un lado las escuelas organicistas promueven a comienzo del siglo, el estudio concienzudo de las estructuras cerebrales en la búsqueda de las bases anatomopatológicas de la locura.
Son sus máximos exponentes en el hospital los ya citados Dres. Jakob y Moyano. Sus estudios, de trascendencia internacional, aportan importantes conocimientos de base pero no modificaron en nada la atención de los pacientes.