“Hoy nos falta una niña en nuestra escuela” profundo dolor por su fallecimiento

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Maylén tenía 11 años. Era alumna de la Escuela 11 DE 5, de la villa 21-24, del barrio de Barracas desde el año 2017 cuando comenzó primer grado. Actualmente era alumna de 4°grado, el día viernes repentinamente se descompensó y fue retirada por sus padres después de una hora, producto de que el SAME nunca llegó al lugar para asistirla. La niña fue trasladada al hospital Penna del barrio de Parque Patricios donde finalmente falleció.

La comunidad docente de la escuela a la que concurría comunicaron la triste noticia y su profundo pesar en un publicación en las redes sociales bajo el título “hoy nos falta una niña en nuestra escuela” la publicación expresa lo siguiente:

Desde los primeros días de su ingreso a la escuela, se pidió la intervención del EOE (Equipo de Orientación Escolar) debido a que la niña presentaba bajo peso y se encontraba descendida en su talla, la visión disminuida (de un ojo no veía) y muchas dificultades en su proceso de aprendizaje y para elaborar un discurso organizado. Durante los años 2018 y 2019 la madre presentó un certificado médico que indicaba que se le gestione el refuerzo hipercalórico de vianda. Dicho refuerzo, que era insuficiente, le fue quitado el año pasado, a partir de la presentación de un certificado médico que indicaba que la niña supuestamente estaba bien de peso.

Durante todos sus años en la escuela, fue acompañada continuamente por las y los docentes de manera integral: armando dispositivos que la acompañaran en su aprendizaje tanto dentro como fuera del aula, consiguiendo turnos médicos, gestionando sus anteojos, ropa para que se abrigue, garantizando el almuerzo antes de ingresar al aula. Los recursos y las herramientas que debería haber proporcionado el gobierno de la Ciudad para acompañar a Maylén y a su familia, nunca fueron suficientes, e incluso fueron inexistentes. Fueron 6 años los que transitó Maylén en nuestra escuela. Seis años en los que el Estado estuvo ausente, en los que solo se obstaculizaron los intentos por intervenir frente a tanta vulnerabilidad e injusticia.

El viernes 12 de agosto, Maylén llegó a la escuela al borde de un desmayo, con una debilidad extrema, que no le permitía siquiera mantenerse sentada, con signos evidentes de deshidratación. Inmediatamente, se llama al SAME para que pudieran asistir a la niña. Luego de una hora, aproximadamente, y ante la ausencia de la ambulancia, la madre decide llevársela. El SAME nunca llegó a la escuela. En el día de ayer, Maylén ingresó a la guardia del Hospital Penna, donde ya no hubo nada que hacer por ella.

 

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