La caravana no pudo finalizar su recorrido, pero la fiesta fue única, pocas veces se vio tan feliz al pueblo, con una multitud en su mayoría de jóvenes saliendo a las calles a expresar su alegría por el logro obtenido por la selección nacional. Fue sin dudas la movilización popular más grande de la historia, y también fue mucho mas que ser campeones, por un instante un pueblo muy golpeado recuperó su felicidad y quiso compartirla con sus héroes.
En la madrugada del lunes ya comenzaban a movilizarse hacia el predio de AFA en Ezeiza y hacia el Obelisco, lentamente se fueron colmando las avenidas por donde pasaría el micro con los campeones, emoción, alegría, muchas ganas de expresarse fue lo que llevó a la gente a las calles. El futbol es una pasión en el país, pero esto fue muchos más, entre los manifestantes había gente que en su vida había pateado una pelota de futbol, sin embargo esa sensación de “Argentina como el mejor del mundo” lo pudo todo.
Minutos antes de las 12 comenzó la caravana y la ciudad de Buenos Aires ya era un hervidero, a la vera de las autopistas primero y sobre ellas mismas después la gente quería ver a Messi, la copa y a los campeones del mundo.
Fue imposible el tránsito del micro que solo pudo completar una mínima parte del recorrido planeado, la gente era muchísima y no había claros, ni espacios libres en el camino.
“Los futbolistas se acercarán a saludar a los hinchas desde la autopista 25 de mayo y 9 de Julio, de acuerdo al circuito dispuesto por los organismos de seguridad (Nación, Provincia y Ciudad de Bs As). Se estima que la presencia del plantel será a partir de las 12.30 en dicha zona”, informó la cuenta de Twitter de la Albiceleste. Pero no se pudo, la multitud hacia imposible la continuidad de la caravana. Después el presidente de AFA expresaría su enojo con las autoridades seguridad de la nación y de la ciudad.
Todo se complicó mal cuando en el camino planificado se produjo una invasión, los hinchas subieron a la autopista 25 de mayo por donde debería avanzar el micro de la Selección Argentina, que ya no tenía opciones de paso. El micro recién estaba por Ricchieri.
Después de muchas horas y cuando varias personas se habían arrojado a dentro del micro y el clima se complicaba cada vez más, en el ingreso a la ciudad y luego de entredichos entre autoridades de seguridad ajena a los futbolistas el viaje se abortó. Los jugadores fueron llevados en helicópteros a recorrer brevemente la ciudad y luego volvieron al predio de Ezeiza desde donde se fueron a sus hogares, pero la gente no se quera ir de las calles y la fiesta continuo hasta llegada la noche.
Un día histórico, el de la continuidad de la alegría del domingo cuando después de mucho tiempo Argentina volvió a sonreír.
