La crónica del hecho indica que el pasado martes 24 de octubre, un niño de 6 años fue atendido en el Hospital Cecilia Grierson, el motivo de la consulta era la presencia de dolor en una de sus rodillas. En el establecimiento sanitario de la Comuna 8 el niño fue atendido por los pediatras de la institución donde fue revisado y luego realizarse una placa radiológica y asegurarse que no tenía ningún tipo de lesión, se le indicó ibuprofeno para el dolor y se retiró del hospital.
El viernes por la mañana, el mismo niño volvió a asistir al Grierson con un cuadro fiebre, vómitos y rigidez abdominal, por lo que se procedió a realizar análisis clínicos, su resultado mostró un nivel muy bajo de plaquetas y alto en glóbulos blancos configurando una situación similar a un shock séptico.
Debido a la complejidad de cuadro los pediatras del hospital se comunican con la terapia intensiva pediátrica del SAME para realizar la derivación a una institución pediátrica. Al llegar, el SAME no pudo derivar al menor por la gravedad del cuadro: presentaba acidosis y se encontraba con asistencia respiratoria mecánica.
Ante este cuadro se decidió como alternativa, tratarlo en el lugar, su cuadro evolucionó desfavorablemente hasta su fallecimiento pasadas las 14 horas. El caso fue judicializado por los médicos pediatras del Hospital Grierson para establecer con claridad si existe relación entre las dos consultas realizadas.
Por su parte la familia del niño afirma que se cayó en la escuela, en el hospital le dijeron que “no tenía nada grave” y horas más tarde falleció. Según su familia Juancito Ticona, un nene de 6 años se cayó por las escaleras de la escuela a la que asistía. Después del accidente, la directora le puso hielo y llamó a sus papás para que lo retiraran. Como el nene se sentía mal, lo llevaron al hospital donde le dijeron que “no tenía nada grave” y lo mandaron a la casa. Horas más tarde, falleció a causa de una hemorragia interna.
Ahora surge una controversia y dos relatos disimiles familiares denuncian negligencia, tanto por parte de la escuela donde ocurrieron los hechos, como de los médicos del hospital que lo atendieron. Los familiares ayer martes se movilizaron en pedido de Justicia, y para exigir que el caso no quede impune.
El Ministerio de Educación y Salud porteño dan una versión diferente: “En la escuela no sé cayó de una escalera, se dobló el tobillo el lunes 23 previo a la salida y los docentes y directivos le avisaron al papá de lo sucedido”.
“El resto de la semana el estudiante no asistió a la escuela. Cuando los directivos consultaron a su madre les dijo que el menor estaba enfermo, y que luego haría llegar el certificado médico correspondiente”, afirman fuentes desde el ministerio de educación de la Ciudad.
