Obispos se solidarizaron con las familias de las víctimas
Luego del lamentable hecho ocurrido en el partido de LaMatanza que provocó la muerte de cinco personas y una decenas de heridos; Monseñor Eduardo García, obispo de San Justo y monseñor Jorge Torres Carbonell, obispo de Gregorio de Laferrere, se solidarizaron con las familias de las personas fallecidas y heridas durante el enfrentamiento armado durante la toma de terrenos del Barrio 8 de Diciembre de González Catán. Pubicado por la agencoia AICA los religiosos expresaron:
“Hace algunos meses poníamos de manifiesto la situación de violencia que se vive en nuestros barrios. Violencia generada por los mercaderes de la muerte que desde organizaciones narco y delictivas de todo tipo tienen apresadas a nuestras familias y sobre todo a nuestros jóvenes”, atribuyeron en un comunicado conjunto.
“Ayer enterrábamos a un joven de 18 años que fue asesinado de rodillas. Hoy somos testigos de la masacre sucedida en el Barrio 8 de Diciembre de González Catán con un saldo de cinco muertos y 12 heridos”, puntualizaron.
Los obispos matanceros hicieron un pedido imperioso a las autoridades para que “establezcan los medios necesarios y que no sigamos llorando la muerte violenta de tantos hermanos nuestros”.
Texto del comunicado
Hace algunos meses poníamos de manifiesto la situación de violencia que se vive en nuestros barrios. Violencia generada por los mercaderes de la muerte que desde organizaciones narco y delictivas de todo tipo tienen apresadas a nuestras familias y sobre todo a nuestros jóvenes.
En las últimas semanas se han acrecentado las muertes en San Petersburgo, uno de nuestros barrios más emblemáticos que ha sido saturados con la entrega de armas ganando soldados del robo y de la transa.
Ayer enterrábamos a un joven de 18 años que fue asesinado de rodillas. Hoy somos testigos de la masacre sucedida en el Barrio 8 de Diciembre de González Catán con un saldo de cinco muertos y 12 heridos.
Queremos solidarizarnos con las familias que ayer sufrieron la violencia y hoy lloran el asesinato de sus seres queridos por estas organizaciones del mal y del crimen que actúan impunemente en nuestros barrios y territorios aprovechándose de la necesidad de los más pobres y frágiles.
La realidad de buscar un futuro mejor tiene desafíos muy difíciles. Lo más importante es poder acompañarnos y comprender las necesidades que se tratan de concretar en un terreno, en una vivienda.
Por eso, en este momento tan triste y de gran desolación que están viviendo hermanos, sean de la nacionalidad que sean, tenemos que estar cerca y pedirle a Dios y a nuestra Madre que los proteja.
Igualmente, junto con nuestra oración hacemos el pedido imperioso a las autoridades para que establezcan los medios necesarios y que no sigamos llorando la muerte violenta de tantos hermanos nuestros.