Autoridades de las secretarías General y de Extensión y Bienestar del Rectorado y de las Unidades Académicas de la UNA se reunieron con autoridades, referentes y militantes de La Poderosa (Barrio Rodrigo Bueno); del Merendero Lo de Carolas (Villa Soldati); de la Cooperativa “Las Madreselvas”; del bachillerato La Mocha Celis; del Centro Educativo Isauro Arancibia y del Club Social Rodrigo Bueno para hacer entrega de los alimentos recaudados en la campaña de donación La UNA solidaria. Todas estas instituciones y organizaciones tienen un vínculo estrecho con la UNA a través de diversos proyectos de extensión y vinculación desarrollado en los últimos años.
El lunes 19 de agosto autoridades de las secretarías General y de Extensión y Bienestar del Rectorado y de las Unidades Académicas de la UNA se reunieron con autoridades, referentes y militantes de La Poderosa (Barrio Rodrigo Bueno); del Merendero Lo de Carolas (Villa Soldati); de la Cooperativa “Las Madreselvas”; del bachillerato La Mocha Celis; del Centro Educativo Isauro Arancibia y del Club Social Rodrigo Bueno para hacer entrega de los alimentos recaudados en la campaña de donación La UNA solidaria. Todas estas instituciones y organizaciones tienen un vínculo estrecho con la UNA a través de diversos proyectos de extensión y vinculación desarrollado en los últimos años.
Los y las compañeras presentes relataron la angustiante situación que están atravesando vecinas, vecinos, niñeces y adolescencias de los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires; trabajadores/as de la economía popular; personas del colectivo travesti trans y personas en situación de calle. Durante la charla, se compartió un diagnóstico: la situación actual es peor que la vivida durante la pandemia de 2020-2021, porque hubo un deliberado retiro del Estado de los territorios. A lo que se suma un clima de odio dirigido, especialmente, a la comunidad travesti trans, a las personas que trabajan en la calle o que están en situación de calle, lo que agrava las situaciones de vulnerabilidad. Relataron, asimismo, que desde diciembre dejaron de recibir medidas de asistencia del Estado; tampoco reciben donaciones de las familias que pandemia colaboraban porque la actual crisis económica desata por la brutal devaluación, el incremento del precio en alimentos y servicios, y los despidos masivos también impactó fuertemente en las capas medias. En este marco, las y los asistentes a merenderos, comedores se duplicaron y las organizaciones centraron toda su accionar en el reparto de alimentos y comida, dejando de lado otras actividades, como las recreativas, para intentar garantizar lo más básico para las personas como es el alimento.
Las autoridades de la UNA, por su parte, destacaron el compromiso social de la universidad pública, y en este sentido, se pusieron a disposición para pensar colectivamente iniciativas de acompañamiento y apelaron a fortalecer los vínculos de solidaridad para sortear estos tiempos crueles.
La campaña “La UNA solidaria” permitió juntar 160 litros de aceite; 126 kilos de fideos; 33 kilos de harina; 56 kilos de arroz; 38 kilos de polenta; 3 kilos de galletitas; 42 packs de salsa de tomate; 26 kilos de lentejas; 13 kilos de garbanzos; 18 latas de arvejas; 10 kilos de leche en polvo; 30 kilos de azúcar; 5 kilos de yerba; 8 cajas de 50 saquitos de té; 7 cajas de 50 saquitos de mate cocido. Asimismo, con el dinero recaudado se adquirieron 50 kilos de leche en polvo; 20 kilos de cacao dulce; 10 kilos de yerba; y 160 paquetes de galletitas dulces.
Agradecemos a la comunidad educativa de la UNA por la donación de alimentos y los aportes económicos, y a la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNA -ADAI- por su donación de 80 litros de aceite.
