Cuando un sobreseimiento no alcanza para recuperar el status anterior
Se trata de la historia de Matias Bisso quien en diciembre de 2018, un chat sobre una falsa acusación le cambio la vida
Parte de la comunidad del Jardín N°10 de Villa Lugano en su grupo what app y chat realizó muy duras acusaciones seguidas de protestas contra Matías Bisso, docente de música en el lugar. Poco más de dos años después la Justicia determinó su sobreseimiento, producto de investigaciones que incluyeron el uso de cámara gesell.
Algunos padres y madres habían amenazado las instalaciones del establecimiento educativo de la comuna 8 que exigían que cámaras de televisión llegaran para filmar su escrache con pancartas desplegadas, pedían la aparición de algún funcionario del Ministerio de Educación porteño, incluso hablaban de un posible encubrimiento de las autoridades.
Debido a las acusaciones durante el proceso judicial Bisso tuvo que dejar su trabajo, para empezar, fue reubicado como empleado administrativo.
En una nota realizada por Infobae se detalla la situación atravesada por el docente donde se detallan los hechos “Las primeras denuncias que recayeron en el Juzgado N°9, con el juez Martín Peluso y una investigación a cargo del secretario Diego Villanueva, que rápidamente se encontró con un escenario complejo: padres que se presentaban en mesa de entradas con planteos altisonantes y testimonios imprecisos. La primer denuncia tiene fecha del 3 de diciembre, una madre que aseguró que su hijo le relató que Bisso le habría mostrado su miembro a los chicos en la clase. Otros relatos, siempre de boca de los padres, con las cámaras Gesell a la espera, hablaron de supuestos tocamientos, del “juego de los zombies”. Sin embargo, no todos los relatos coincidían. Villanueva no tardó en encontrar discrepancias obvias. También trataron a una docente de cómplice en sus testimoniales y sus pancartas, a la titular de una de las salitas. Bisso era un profesor curricular y no tenía el mando del aula. Hablaron hasta de golpes, bofetadas.
Después, hablaron los chicos, declararon en cámara Gesell ante psicólogos en el Cuerpo Médico Forense.
Dos años después, la causa se cerró y Bisso fue sobreseído por el juez Peluso. Su buen nombre y honor quedan intactos. No hay pruebas en su contra. Para la Justicia, los abusos no existieron. Los padres son una historia aparte. Lo cierot es que la vida de Bisso cambio para pero y fue tan solo por una mentira, y el sobreseimiento judicial no alcanza para volver el tiempo atrás y devolverle su anterior vida.