Plaza de Mayo se llenó de fervor y emoción en apoyo a Cristina Kirchner
La tarde del miércoles 18 de junio de 2025 quedará grabada en la memoria de miles de militantes y simpatizantes que colmaron Plaza de Mayo para manifestar su respaldo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras su reciente condena y el inicio de su prisión domiciliaria.
Desde temprano, el ambiente se fue cargando de expectativa y fervor popular. Las calles aledañas se poblaron de banderas, pancartas y cánticos que retumbaban con fuerza, mientras familias, jóvenes y referentes políticos se congregaban en una muestra de unidad y resistencia. La Plaza, epicentro histórico de las grandes manifestaciones argentinas, se convirtió en un mar de voces que reclamaban justicia y expresaban solidaridad con la líder del Frente de Todos.
La jornada comenzó con discursos de dirigentes del peronismo y movimientos sociales que resaltaron la figura de Cristina como símbolo de lucha y reivindicación popular. Poco después, la atención se centró en la conexión en vivo desde el departamento de la expresidenta en Constitución, donde, con voz firme y emocionada, Kirchner se dirigió a la multitud. Sus palabras, cargadas de desafío y esperanza, fueron recibidas con ovaciones y lágrimas por quienes la escuchaban.
El operativo de seguridad desplegado por la Policía de la Ciudad fue notable: vallados, controles en accesos y un cordón de agentes custodiaron la zona para garantizar el orden, mientras se vivía un clima de respeto y fervor pacífico. La movilización, que inicialmente planeaba dirigirse hacia los tribunales de Comodoro Py, se reconfiguró para concentrarse en la Plaza, tras la resolución judicial que autorizó la prisión domiciliaria.
La presencia de figuras como Axel Kicillof, Sergio Massa y otros referentes políticos reforzó la idea de que Cristina sigue siendo un actor central en la política nacional, capaz de movilizar a multitudes y marcar la agenda pública.
Al caer la noche, la Plaza seguía vibrando con cantos y consignas, mientras miles se despedían con la convicción de que la lucha continúa. Esta movilización no solo fue un acto de apoyo a una figura política, sino también una expresión palpable de las tensiones y desafíos que atraviesa la Argentina en un momento crucial de su historia.
Así, entre emociones encontradas, cánticos y banderas, la jornada dejó claro que Cristina Kirchner sigue siendo un símbolo que moviliza pasiones y un punto de referencia inevitable en el mapa político del país.