La situación económica no es la mejor, el aumento de los precios de los alimento sumado al desempleo creciente en un contexto de limitación de actividades por la pandemia, configuran un panorama más que preocupante.
Este combo afecta a toda la sociedad y en especial a los sectores más desposeídos, quienes concurren a comedores y merenderos para complementar su alimentación diaria
Un informe que se realizó y publicó la ONG Sumando señala que faltan recursos en comedores y merenderos en la villa 21-24 del barrio de Barracas, se han notado la falta de agua, la comida insuficiente que sumado al altísimo costo de las garrafas y la falta de decisión política para hacer las obras necesarias, complican aún más una situación más que delicada.
El informe publicado basado en un estudio de campo sobre los principales problemas a los que se enfrentan las y los trabajadores de comedores y merenderos de la villa 21 24, de la comuna 4 porteña. Indican que la situación se puede hacer extensiva al resto de las villas de la CABA.
No relevo la falta de agua; la comida con la que cuentan (es insuficiente); el elevado costo de las garrafas, al no contar con gas natural y las obras de infraestructura de la red de agua y otras, que nunca llegan
Los espacios comunitarios de la villa, comedores y merenderos, suman 67. “En promedio, si la actividad principal es merienda o desayuno, los equipos rondan entre 1 persona y 5. Mientras que, en el caso de los almuerzos o cenas, los equipos oscilan entre 5 y 8 personas diarias”, según el informe.
Por otro lado, se destaca que la mayoría casi absoluta, las personas que hacen las tareas de gestión de la alimentación son mujeres. No reciben ninguna retribución por su trabajo, y en los casos de los comedores solo acceden a sus raciones de comida en dichos espacios. Desde el informe se deriva que 177 mujeres, alimentan aproximadamente a 4400 personas, siendo un trabajo no remunerado el que realizan.
