Los equipos de fiscalización de ACUMAR inspeccionan periódicamente a todos los establecimientos industriales, comerciales o de servicios y actividades, que estén radicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 14 municipios de la Cuenca del Matanza -Riachuelo, con el objetivo de verificar que su producción se ajuste a la normativa ambiental vigente y, de este modo, controlar la contaminación de origen industrial y sus posibles impactos sobre el territorio.
En cada una de las inspecciones se constata el avance y cumplimiento de los Planes de Adecuación, se controla la documentación, la gestión y retiro de residuos peligrosos y domiciliarios, se extraen muestras de efluentes líquidos y, en ocasiones, también del suelo, y de diferentes puntos de interés, que luego son analizados para corroborar que se encuentren en sintonía con los parámetros establecidos por la normativa ambiental.
En caso de constatarse la generación de un impacto negativo en el aire, suelo y/o agua, el establecimiento es declarado Agente Contaminante (AC).
Asimismo, en 2021, logramos que, luego de acompañar los procesos de mejora en su producción, dos empresas resulten excluidas de la categoría de contaminantes ante ACUMAR.
Desde ACUMAR, expresan “trabajamos diariamente para controlar que la producción de las industrias de la Cuenca se ajuste a la normativa vigente, para identificar y sancionar a aquellas que la incumplen y realizar un seguimiento para que cada una adecúe sus procesos a una producción limpia y amigable con el ambiente.
