En este caso por parte de la Asamblea Popular PSC, un colectivo de organizaciones sociales, políticas y comunitarias que luchamos por los derechos de las personas en situación de calle y en riesgo de estarlo, muchos de las cuales llevamos adelante el Primer y Segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle.
La Asamblea Popular PSC emitió un comunicado crítico bajo el título “otro censo careta de Larreta”, en el que expresaron expresaron lo siguiente con respecto a la acción organizada el GCBA “No vamos a ser cómplices de un subregistro”. Así lo dijimos y así lo hicimos. De ninguna manera íbamos a ser cómplices de la violencia organizada del gobierno porteño. Basta con leer lo que publican en sus redes para constatar la perversidad de sus mentiras sobre nuestres compañeres, todo el despliegue de un marketing que podrían ahorrarse para ampliar los presupuestos ínfimos que destinan a la problemática y que, encima, subejecutan.
Mientras hacen ese simulacro de censo, desde el inicio de la pandemia murieron no diez, once compañeres en la calle. La nota que compartimos no registra la muerte reciente de otro compañero, Rodolfo, de 65 años, que despedimos hoy con mucho dolor.
En medio de la bronca y de la angustia por la muerte de un compañero más, nos toca leer las incoherencias, por decir lo menos, de la Ministra Migliore, que afirma en esta nota que “en 2019 contaron 1146 personas y ampliamos en 1100 camas el sistema”. ¿Cómo, no tenían ninguna cama disponible, que tuvieron que “ampliar el sistema” sumando la cantidad exacta de personas que según ellos estaba en situación de calle ese año? Y el vaciamiento de categorías importantes como “reconstrucción de proyecto de vida” en el cotillón de su discurso es un insulto a nuestres compañeres y a les trabajadores precarizades del estado porteño. Vergüenza es poco.
Y lo de policía bueno BAP, policía malo Espacio Público, ya a esta altura es una falacia. Digamos las cosas como son: Los que dirigen esta política de violencia por acción y por omisión, del subregistro hipócrita, son los mismos. Mientras esto no cambie, les compañeres van a seguir sufriendo golpes y muerte, una tragedia cotidiana que, como dice la nota al final, está bien a la vista.
