El club de Liniers y el Xeneize eran propietarios cada del 50% del pase del jugador Agustín Bouzat, por lo que resolvieron el conflicto sobre su titularidad y continuidad en una incitación.
Los dos clubes participaron de una licitación a sobre cerrado presentando la mejor oferta posible por la mitad del pase que le pertenece al otro club. Así, el futbolista pasó a Vélez definitivamente ya que fue el mejor postor, en una situación similar que el Xeneize vivió con San Lorenzo y la transferencia de Nicolás Blandi.
El futbolista de 27 años, fue comprado por el conjunto de Liniers en 2017 a cambio de dos millones de dólares por la mitad de su pase y continuará su carrera en Liniers a cambio de 150 mil dólares más, una cifra que sorprende dada la diferencia con el costo de la otra mitad de su ficha. Lo cierto es que, al menos desde el lado de Boca, el jugador no iba a ser tenido en cuenta y claramente hicieron un ofrecimiento mucho más bajo.
De esta forma los de Liniers terminaron superando a los de la Ribera, en términos económicos, y se adjudicaron la totalidad de la ficha del “Chiqui” Bouzat. Las cifras fueron conocidas, aunque no fueron publicadas de manera oficial, pero se sabe que la diferencia fue de muy poco valor para el dinero que se maneja en el fútbol.
De acuerdo a versiones del periodismo acreditado en Boca Juniors el jugador tampoco era del interés del Consejo de Fútbol, ni del cuerpo técnico, en cambio en Vélez Mauricio Pelegrino lo tendrá en cuenta.
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