Publican álbum tributo a Andy Gibb: “Higher Than A Mountain: The Songs of Andy Gibb”.

Criado en una familia de artistas, Andrew Roy Gibb nació en Manchester, Inglaterra en 1958. A los pocos meses de vida, su familia se mudó a Australia y allí fue donde sus hermanos mayores (Barry, y los mellizos Robin y Maurice) desarrollaron a pleno su potencial artístico. En la isla se establecieron como una atracción adolescente en televisión y eventos, previo a regresar a su tierra natal con la intención de convertirse en la nueva sensación pop.

Gibb siguió los pasos de sus hermanos y comenzó su carrera a temprana edad de manera solista y conformando varias bandas en la Isla de Man, Ibiza y Australia.

En este último lugar hizo su debut discográfico: “Words And Music” (1975), su primer sencillo compuesto por el propio Gibb. Se trata de uno de los clásicos para los fans, dentro del catálogo del artista. Al poco tiempo, Gibb firmó contrato con RSO Records, la compañía que tenía contratados a los Bee Gees y que se encontraba presidida por Robert Stigwood—representante, mentor y descubridor del trio desde 1967—. El resto… Es historia.

Gibb gozó de una fama descomunal (incluso mayor que la de sus hermanos cuando estos publicaron su debut “Bee Gees 1st” (1967)), estableciendo récords, vendiendo millones de discos, convirtiéndose en una celebridad adolescente y un símbolo sexual con 20 años. El éxito conjunto de Gibb y los Bee Gees, hizo del apellido Gibb de una omnipresencia y trascendencia pocas veces vista en la historia de la música grabada.

Mientras los Bee Gees fueron injustamente destratados a comienzos de la década de 1980, Andy Gibb resultó indemne del famoso “backlash” que afectó la carrera de sus hermanos. Era, de hecho, una de las figuras más queridas en Norteamérica.

“Higher Than a Mountain” (título devenido de uno de los hits de Andy), representa la primera vez que se edita un álbum tributo íntegramente dedicado a su obra. Cuenta con la participación de artistas indie y fue publicado a través de Curry Cuts, un pequeño sello estadounidense dedicado a la publicación de álbumes tributo

El productor ejecutivo de esta compilación escribió un ensayo que aparece junto a la edición del disco. Leela a continuación: 

Durante el invierno de 1977, decidí que quería ser Andy Gibb. Como él, yo era el hermano menor de una familia repleta de hermanos así que me di cuenta que tendría sentido. Incluso estaba dispuesto a ser “Andy” —jamás me llamaron así— si así era como tendría que ser. Pero tan pronto como me di cuenta que simplemente desear no significaba que efectivamente sucediera, además (tan geniales como son) mis hermanos no estaban justamente craneando hits para mí de la manera en que Robin, Maurice y (especialmente) Barry lo estaban haciendo para Andy. Así que “Higher Than a Mountain” tuvo que satisfacer ese deseo. Este es un tributo a Andy, por supuesto, pero también es un tributo a todos los hermanos Gibb—cuya dominancia de los años setenta en la música popular es comparable a la de Los Beatles en los sesenta y a la de Michael Jackson en los ochenta.

Es de conocimiento público que aquellos compradores de discos se volvieron contra los hermanos Gibb, al acaecer la década de 1970. Pero esto no cuenta realmente la historia completa. Es cierto que como intérpretes, de la máquina de hits que eran, se redujeron considerablemente a comienzos de la nueva década. Pero como compositores, los Bee Gees, continuaron componiendo éxitos bien entrados los 80 y más allá. “Heartbreaker” de Dionne Warwick, “Woman in Love” de Barbra Streisand, “Islands In the Stream” de Kenny Rogers y Dolly Parton, fueron todos fenomenales hits internacionales. Cada uno de ellos compuestos por Barry, Robin y Maurice.

Pero Andy —quien escribió o coescribió muchas de las canciones de esta compilación— nunca pudo hacer esa transición de intérprete a compositor de la manera en que sus hermanos lo hicieron. Años después de que los hits hayan surgido para Andy, los Bee Gees anunciaron que su hermano menor se uniría a la banda. Tristemente, los fantasmas de Andy lo capturaron y, murió poco antes de ocurrir la tan anhelada unión.

Andy no dejó un extenso catálogo de grabaciones: sólo tres álbumes de estudio y un grandes éxitos son su legado musical. Pero cada uno de estos álbumes contienen canciones absolutamente fantásticas. Éxitos gigantescos como “Shadow Dancing” y “I Just Want to Be Your Everything” son correctamente recordados como las espectaculares gemas pop que son. Pero algunas de las composiciones de Andy —tracks como “Flowing Rivers” o “Words and Music”— demuestran que el pequeño de los Gibb no era “un títere en una soga” (NdE: aquí el autor hace referencia a la frase “puppet on a string”, perteneciente a “I Just Want to Be Your Everything”) sino un cantante y un compositor con un legítimo talento y profundidad.

El tiempo de Andy en el centro de atención quizás haya sido corto, pero ha dejado música maravillosa. Así que es mi esperanza que “Higher Than a Mountain”, con sus actuales versiones de canciones de Andy por algunos de mis músicos favoritos de hoy, sirva para recordar a los oyentes que los Bee Gees no son los únicos hermanos Gibb que valen la pena redescubrir.

Andrew Curry, productor ejecutivo.

“Higher Than A Mountain: The Songs of Andy Gibb”.

Víctima de una fatal adicción a las drogas, Gibb se vio recayendo en rehabilitación de manera intermitente durante su última década de vida. Su vida artística y personal fue poco a poco apagándose hasta su temprana muerte en 1988. Andy Gibb tenía 30 años. En poco más de una década de carrera, vendió alrededor de 50 millones de discos. Recientemente la banda Foo Fighters hizo una versión de una de sus canciones.

“Higher Than a Mountain: The Songs of Andy Gibb” se encuentra disponible en todas las plataformas de streaming. Escuchalo en Spotify, acá:

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