Tandil: Pueblos rurales con encanto propio
Imagínese largas calles de tierra con arroyos que las rodean y le ponen a la escena música propia. Levantar la vista y que el sol pose entre los cerros teñidos de diversos colores. Un lugar donde respirar hondo y alcanzar el soñado descanso que esperamos tras un año y medio de pandemia.
Tandil concentra la magia y combina la ciudad con sus pueblos rurales de una manera única, es por eso que un fin de semana nunca alcanza para descubrirla en su totalidad.
Los diversos pueblos y parajes que engrandecen a Tandil son varios pero Gardey, María Ignacia Vela, Azucena, Fulton, La Pastora y De la Canal completan todos los gustos de los visitantes que llegan hasta la ciudad y son los más preparados para recibir visitas.
Gardey se presenta con el canto de los pájaros, sus callecitas de tierra, con un mate siempre en mano y la amabilidad que caracteriza a los lugareños. La Capilla San Antonio de Padua tiene actualmente un estilo romántico que deja impactado a cada uno de los turistas que llegan hasta este pueblo rural, distante a 27 kilómetros de Tandil. Pero si desea pasar el día puede visitar el arroyo Chapelofú, y bajo la sombra de los árboles disfrutar del silencio y los sonidos de la naturaleza. Los amantes de la pesca y la vida al aire libre también suelen acampar. Si desea un descanso con lo típico de la gastronomía bonaerense como una tentadora picada al aire libre, el Almacén Vulcano es la opción ideal. Ubicado en la entrada al pueblo, justo en la esquina, este fue el primer inmueble de mampostería construido en Gardey. Cuenta con un patio verde natural con mesas para transitar la hora más linda que es el atardecer. En la parte de atrás de dicho almacén se encuentra el Museo de Malvinas, donde se exhiben varios elementos de la época en homenaje a los caídos en combate. En Gardey es posible ir a pescar a un arroyo, tomar mates en la plaza, visitar la Biblioteca Popular y la casa de varios artistas plásticos.
Siguiendo por el camino que une a Gardey con Vela se encuentra el Balneario Municipal, un espacio único con una energía que hay que experimentarla solo con los sentidos. Altos árboles resguardan las hamacas mientras las aguas cristalinas se desploman entre piedras de inmensos tamaños. Es el lugar preferido para los que gustan de bañarse en aguas naturales, acampar o comer un asado. Las instalaciones del predio cuentan con baños y parrillas, convirtiéndo este espacio en un verdadero centro turístico y recreativo para la comunidad.
Y si lo tienta pasear, a tan sólo 9 kilómetros se llega al pueblo María Ignacia Vela, ubicado a 50 kilómetros de la ciudad. Durante los fines de semana largos y vacaciones de verano pueden realizarse distintas actividades propias del típico turismo rural.
Azucena se acomoda sobre el valle y despliega un paisaje serrano que abriga con encanto la naturaleza, será la magia de su nombre que hace a este lugar especial. Todo parece estar en el puño de una mano: las sierras, la plaza del pueblo, lo que quedó del almacén de ramos generales, la Capilla, las casas bajas y sus habitantes. La entrada está a un costado del almacén “4 Esquinas”, que forma parte del grupo de Turismo Rural Tandil, dónde se puede degustar un exquisito almuerzo al aire libre.
El Paraje la Pastora es único. El “Bar” es el corazón y el lugar de encuentro para los lugareños además de ser la mano que siempre está abierta. Atendido por la encantadora Susana una dama que apostó – con esa fuerza única que tienen las mujeres que se apoderan de espacios tan especiales- a un emprendimiento en medio del campo. Allí se puede ir un fin de semana y, con previa reserva, almorzar lo que uno desea. ¿Quiere un lechón?. Allí se lo hacen y lo esperan.
Hasta Fulton, ubicado a 38km. de la cabecera del partido, se llega por la Ruta Provincial 74 en dirección a Ayacucho, hasta el cruce de vías, y luego por un acceso consolidado de 8km. Los alfajores más deliciosos están ahí, con ese sabor que sólo los productos caseros logran perdurar en nuestro paladar para siempre. Si anda por el lugar, visite el almacén de Ramos General Adela, donde los productos regionales son pequeñas obras de arte de la gastronomía. Y si lleva una bicicleta podrá adentrarse aún más en la naturaleza y por caminos rurales.
De la Canal, es un pequeño poblado que conserva uno de los almacenes de campo más hermosos de la ruralidad. Se ubica a 35 km., hacia el norte, sobre el ramal que une Tandil y Las Flores, pasando por Egaña y Rauch. El Almacén de Lasarte Hermanos tiene a disposición alimentos, ropa, artículos de bazar, ferretería y también funciona como boliche. Abre sus puertas de lunes a sábado y nadie debe perderse de conocer un espacio que tiene 100 años desde su creación.
Sin duda uno puede dedicarse a vivenciar estos parajes en auto. Sin embargo, seguro lo disfrutará más de la mano de los guías turísticos especializados en cada rincón de Tandil, un destino que más allá de la sierra, ofrece muchas posibilidades para adentrarse en unas vacaciones diferentes.