Villa 20: La experiencia formativa de Atalaya Sur

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La Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad, parte de la Secretaría de Innovación Pública de la Nación y la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación implementaron un plan piloto junto a la asociación civil Atalaya Sur para la formación de jóvenes de la villa 20 en al comuna 8 de la ciudad de Buenos Aires,en programación en 3D y operación de Fibra Óptica.

Se trata de una capacitación que forma parte del Plan Federal de Capacitaciones en Telecomunicaciones y Conectividad lanzado por Innovación Pública y que sirvió a la primera cohorte como puerta de entrada a un empleo formal en empresas de telecomunicaciones.

La asociación civil Atalaya Sur es una experiencia de apropiación crítica de la tecnología que funciona en el barrio porteño de Villa Lugano desde hace casi una década y fue la organización que desarrolló la capacitación de los jóvenes.

“Nosotros empezamos el proyecto en el año 2014, en el barrio no había prácticamente acceso a internet”, indica Manuela González Ursi, coordinadora de Atalaya Sur. En ese contexto, destaca: “Gracias a la conectividad, el proyecto tuvo impacto principalmente en los jóvenes que hoy asisten a los talleres de capacitación y de formación en nuevas tecnologías, principalmente en lo que es conectividad en la fusión y medición de fibra óptica”.

Atalaya Sur desarrolla distintos espacios de capacitación vinculados a la tecnología, que abordan tanto a las infancias, a las juventudes como a los adultos. Gracias al despliegue de este programa de capacitaciones, hoy hay jóvenes de 18 a 24 años que se están formando en tecnologías de telecomunicaciones, permitiendo que puedan ingresar al mercado de trabajo formal. De hecho, de la primera camada de 72 cursantes, ocho ya se encuentran trabajando bajo relación de dependencia en empresas del sector.

“Con esta propuesta de los cursos de formación laboral es que no solamente la propuesta llegó a pibes y pibas del barrio, sino que a raíz también de la propuesta llegó a lugares que nosotros no nos imaginábamos”, indica por su parte Ale Jara, referente de Proyecto Comunidad Atalaya Sur.

Gracias a la difusión del proyecto a través de redes sociales, el curso de formación laboral se extendió más allá de la Villa 20, llegando a personas en diferentes puntos de la Ciudad de Buenos Aires.

El interés por los cursos superaron también cualquier prejuicio de género. “Por lo general los relacionados con la fibra óptica y la conectividad suelen ser un sector bastante masculinizado”, comenta Jara, quien reveló que la mitad de la matrícula del último curso eran mujeres. “Conseguimos que pibas, por primera vez, fueran instaladoras y que puedan resolver problemas de conectividad. Eso fue un logro bastante importante ya que fue un trabajo arduo por parte de Atalaya Sur conversar con las empresas y hacerles entender que tenían que dar el salto y darle la oportunidad también a las mujeres”, cuenta.

En la primera capacitación en tecnologías de telecomunicaciones que se dictó en el Barrio 20, 70 chicos y chicas participaron de los talleres de operación de conectividad, en jornadas intensivas de lunes a viernes. Las dos comisiones -mañana y tarde- participaron de experiencias de vinculación con empresas del sector, generando experiencia útil para la salida al campo laboral. Algunos de ellos incluso se incorporaron a la cuadrilla de Atalaya Sur.

“En Atalaya Sur aprendimos todo lo que está relacionado a la conectividad, a la fibra óptica, a radioenlace, todo lo que tenga que ver con las antenas, el punto a punto”, comenta Leonel Cabrera, un joven de 19 años que vive en los monobloques de Villa Lugano y fue parte de los cursos. “Me pongo en el lugar de [mis compañeros de cursada] y creo que es una oportunidad para ellos, que quizás les cuesta arrancar. Creo que es una gran oportunidad para que ellos puedan salir adelante”, menciona Leonel.

“Son muy variadas las posibilidades que tenés”, relata Elías Caballero, y otro de los jóvenes que fue parte de la capacitación en tecnologías de telecomunicaciones. “Te dan un conocimiento que no se da en todos lados y te permite encontrar una salida laboral. Con esto ya estás dando los primeros pasos para adentrarte en el mundo de las telecomunicaciones”, sostiene.

“Estoy aprendiendo mucho y le hablo a mis compañeros para que se puedan anotar también. Me gustaba tecnología porque me gusta mucho la informática, me gusta revisar las computadoras, cuado yo era chiquita la computadora que me daban del colegio, cuando se jodía y mi mamá no tenía plata para mandarla a arreglar, yo misma buscaba tutoriales por Youtube, desarmaba la computadora yo y la arreglaba. Y gracias a Dios me salió todo bien”, desarrolla, por su parte, Samira Silva. “Mi papá me dijo ‘el tren solamente pasa una sola vez, si no lo sabés aprovechar lo vas a perder’”, cierra.

 

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