El equipo de Gestión Pública de la casa presentó un relevamiento sobre qué piensan los y las estudiantes de escuelas medias de gestión estatal porteñas en relación a su aplicación.
El encuentro contó con la participación de la Defensora del Pueblo, María Rosa Muiños; la directora del Departamento de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Paula Fainsod; la vicedecana de esta institución, Graciela Morgade; y la directora general de Derecho al Desarrollo Humano de la Defensoría, Roxana Perazza.
Durante la jornada, María Rosa Muiños indicó que «este es un trabajo que hay que profundizar, me gustaría tener datos de las escuelas privadas» y agregó: «Estamos en un distrito donde gobierna la misma fuerza desde hace 16 años. Un gobierno, el de la Ciudad, que entendió que el reclamo de los jóvenes, docentes y quienes estamos preocupadas por la violencia de la que las mujeres somos víctimas es una herramienta para trabajar en contra del patriarcado y por esa razón lo resistieron. Por esa razón desde otros organismos del Estado buscamos garantizarles a los pibes y pibas un mínimo nivel de aplicación de la ESI, que a su vez fue una antesala de la interrupción legal del embarazo (ILE)».
Por su parte, Camila Rodríguez, tallerista de ESI del equipo de Gestión Pública en secundarios porteños contó que «desde 2016 venimos brindando talleres tanto en escuelas de nivel primario como secundario. Desde la Defensoría buscamos fortalecer y garantizar los derechos de los estudiantes de acceder a contenidos de Educación Sexual Integral”.
A su turno, Roxana Perazza afirmó que «este informe es importante porque busca darle la palabra a los y las estudiantes» y se preguntó: «¿Por qué cuesta tanto implementar la ESI en la Ciudad? En una encuesta realizada en 2018, la primera respuesta fue que la responsabilidad recae en el Ministerio de Educación. En segundo lugar, en la resistencia de algunas familias. Y en tercer lugar, en la resistencia del personal directivo de las escuelas».
Paula Fainsod habló sobre «el valor de tener este tipo de materiales, que permiten monitorear qué pasa con la ley, dónde no se cumple y entender dónde están las vacancias y dificultades en torno a la aplicación de la ESI». Además, destacó «la importancia de generar lugares para discutir sobre por dónde seguir profundizando la aplicación de la ESI, que es un derecho que habilita otros derechos».
Finalmente, Graciela Morgade aseguró que «es muy relevante que los organismos públicos destinen recursos a hacer estudios como este, que sirven para cuantificar» y criticó el abordaje «patriarcal, biomédico y binario» de la ESI que se brinda actualmente. Por otra parte, destacó que «el estudiantado considera importante la ESI para evitar situaciones de violencia y de discriminación».
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