En primavera los rosales lucen a pleno en Palermo

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En primavera más de 8.000 rosales despliegan su colorido en el rosedal de Palermo, plantas de 93 variedades diferentes de rosas brotan en esta época del año, siendo las de mayor predominio la rosa Sevillana, la Johan Strauss, la Elina, la Charles Aznavour y la Frederic Mistra. Noviembre es el mes ideal para recorrer uno de los jardines más emblemáticos de la Ciudad.

Entre los meses de octubre y noviembre se registra el período de mayor exuberancia de color en el Rosedal de Palermo. En esta época del año, se puede observar el mayor número de rosas en flor en tonalidades que van desde el blanco y el amarillo al naranja, el rojo y el rosado, con combinaciones multicromáticas extraordinarias. Cerca de 18.000 rosas florecen a lo largo de estas semanas de sus más de 8.000 rosales.

“Invitamos a todos nuestros vecinos a disfrutar de este espectáculo natural único y contemplar las diversas variedades de especies que se conservan en el rosedal de Palermo”, señaló Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad. Y agregó: “Expertos en jardinería trabajan todo el año para que este espacio emblemático de Buenos Aires mantenga su riqueza medioambiental y ornamental preservando el diseño paisajístico con el que fue creado un siglo atrás”.

El rosedal abarca una superficie de 3,4 hectáreas dentro del parque 3 de Febrero y se compone de plantas correspondientes a 93 especies de rosas diferentes. Las más comunes son la rosa Sevillana, la Johan Strauss, la Elina, la Charles Aznavour y la Frederic Mistral. Además, en el espacio se destacan estructuras arquitectónicas como un puente griego que cruza el lago, un anfiteatro, un patio andaluz y el Jardín de los Poetas. En este último espacio, 26 bustos recuerdan a personajes célebres como Alfonsina Storni, Dante Alighieri, William Shakespeare y Jorge Luis Borges, entre otros.

En esta época del año, el rosedal se llena de flores que brotan sin cesar, llegando a alcanzar unas 18.000. “Desde la Comuna 14 hace ya varios años se viene realizando un trabajo participativo con los vecinos en nuestro rosedal, que además de tener una distinción internacional cuenta con la participación activa de colaboradores y vecinos que no solo disfrutan del espacio como área recreativa sino que también se implican en sus cuidados y participan de las actividades que allí se realizan”, destacó Martín Cantera, presidente de la Comuna.

Es el caso de Connie Moreno Quintana, paisajista experta en rosas y quien colabora con el espacio desde hace años. Esta vecina recuerda que esta época del año es la de mayor esplendor para el rosedal, “porque es cuando se produce la primera floración de las rosas, cuando nacen las flores más grandes y se lucen sus colores”.

“En el rosedal nos encontramos con muchas rosas francesas de Meilland, también hay rosas inglesas de Austin y otras alemanas; hay rosas antiguas, hay un sector de rosas de concurso y una gran colección de rosas trepadoras, algunas con medalla; otras se ubican en la gran pérgola inaugurada en el año 1914, por aquél entonces llena de rosas antiguas, muy perfumadas y que hoy contiene variedades como la Pierre de Ronsard, una de las más lindas, que no se caracteriza tanto por una gran fragancia pero sí por la belleza única de sus flores que cuelgan, de color crema con bordes rosados”, apunta la paisajista.

El diseño del rosedal se remonta al año 1914, cuando el gran jardín fue inaugurado bajo la dirección de Benito Carrasco. “Presenta un estilo francés con canteros simétricos y espejados y una arteria central que se prolonga desde la entrada hasta el Puente griego”, señala Moreno Quintana, a la vez que invita a contemplar desde lo alto de este puente “la vista maravillosa de nuestro querido rosedal”. Además, explica que, si bien el período de mayor esplendor de estos jardines se produce en esta época de la primavera, la floración de los rosales abarca unos nueve meses, “siento el otoño también increíble en su florecimiento”.

Bajo las indicaciones del ingeniero agrónomo Nicolás Corbatta, un equipo compuesto por una docena de jardineros se encarga del cuidado del espacio desde hace más de una década. “Ellos conocen el rosedal y hacen podas magníficas, junto a la labor que desarrolla el equipo gerencial, especialmente a cargo de Martín Cantera y Marcelo Fontela Vidal”, añade Conie.

Desde 2015, con la llegada de los meses fríos, los vecinos se pueden llevar un pedacito del rosedal a sus casas cuando se procede a la poda de los rosales. En ese momento, se entregan esquejes para plantar en los hogares. Así fue como Moreno Quintana conoció el espacio y logró reproducir rosales, llegando incluso a exponer parte de sus ejemplares en una exposición de la Asociación Argentina de Rosicultura.

 

 

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