Relevamiento de caudales de la Cuenca del Riachuelo
En forma conjunta un equipo de técnicas y técnicos de la Coordinación de Calidad Ambiental de ACUMAR, junto a especialistas del Instituto Nacional del Agua (INA), dieron inicio a una experiencia piloto de aforos que permite relevar el caudal de la Cuenca, a través de una tecnología innovadora en uso a nivel mundial.
Un aforo es la medición del caudal que escurre en un cuerpo de agua (arroyo o río). Este cálculo da como resultado el volumen de líquido que circula por una sección en una unidad de tiempo, medido en metros cúbicos por segundo (m3/s).
La nueva técnica de medición aportada por las y los especialistas del INA se denomina “Velocimetría por Imágenes de Partículas a Gran Escala” (LSPIV, por sus siglas en inglés). Este método, desarrollado en los últimos años a nivel mundial, consiste en la obtención de un video del flujo del arroyo o río que, luego, es fraccionado en imágenes para poder comparar cada una dentro de un intervalo de tiempo conocido y de una sección identificada. De este modo, se pueden conocer las velocidades que tiene el flujo en ese lugar y, a partir de esta información, el caudal.
Entre los varios beneficios y potenciales usos de interés que posee la técnica, se destaca la posibilidad de realizar aforos con un costo significativamente menor al que requieren técnicas tradicionales ya que no se necesitan equipos o aparatos especiales, salvo un dispositivo de captura de video y una computadora para procesamiento. Al mismo tiempo, se trata de un método con precisión en los resultados, comparables a los obtenidos por técnicas convencionales como ADV (Velocímetro Acústico Doppler) y ADCP (Perfilador de Corriente Acústico Doppler).
A partir de un convenio firmado entre ACUMAR y el INA en noviembre de 2020, se acordó realizar un total de tres campañas de aforo para 28 puntos en el río Matanza Riachuelo y sus arroyos. Dos de estas campañas se realizarán en forma simultánea con las de agua superficial, de forma tal de obtener, además, información específica, puntual y actualizada sobre la carga contaminante en esos sitios.
Estos relevamientos, que se venían realizando mediante contrataciones con un proveedor privado, hoy se ejecutan a partir del trabajo coordinado de dos organismos públicos. Por eso, el acuerdo entre INA y ACUMAR es de relevancia ya que contribuye al fortalecimiento mutuo y potencia a ambas instituciones públicas.
El Instituto Nacional del Agua brinda su asistencia técnica y científica especializada, al tiempo que tiene oportunidad de continuar perfeccionando esta tecnología, en un ámbito urbano por el que fluyen distintos arroyos.
Para ACUMAR, por su parte, el convenio permite retomar trabajos que habían sido suspendidos y, además, realizar un análisis detallado de la información hidráulica que fue relevada a lo largo de los años, actualizar el estado general de la red hidrométrica, revisar posibles oportunidades de mejora de dicha red y optimizar su funcionamiento futuro.