Un inesperado e inexplicable ataque recibió un edificio del diario Clarín en el barrio porteño de Barracas, un grupo integrado por una decena de personas atacaron con bombas molotov (de fabricación casera) el acceso principal al edificio del Grupo Clarín, ubicado sobre la calle Piedras al 1700, según informó el propio medio y quedó registrado en cámaras de seguridad.
En un hecho sin precedentes, el medio recibió una feroz agresión por lo que avanza la investigación a más cámaras de la Ciudad, ahora la Policía Federal volverá a peritar la botella para asegurar el rastro de uno de los atacantes; la Justicia dio intervención a la Unidad Antiterrorista.
Las imágenes de las filmaciones, muestran toda la secuencia, donde se puede ver a los atacantes arrojar explosivos sobre la vereda y el hall de entrada al edificio, provocando un principio de incendio. El diario Clarín informó que no se reportaron heridos ni daños materiales. En el edificio quedaron manchas de combustible y rastros del fuego.
Por su parte el personal de seguridad realizó un reporte del hecho: a las 23:05 del lunes, se observó a los encapuchados llegar caminando por la calle Piedras hasta el frente del edificio, donde encendieron y arrojaron entre 7 y 8 bombas molotov.
Sobre el ataque al medio Ricardo Roa, editor general de Clarín expresó “Estamos esperando que se investigue el hecho, no es serio con respecto a lo que pasó, pero sí es muy serio con respecto a lo que significa” y agregó el responsable periodístico del diario confirmó que las autoridades del Grupo están en contacto con el gobierno nacional.
La Policía Federal informó que los detectives del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la fuerza Federal tomaron la posta en el caso, luego de la actuación inicial de la Policía de la Ciudad, que estuvo haciendo las primeras medidas de prueba.
El ataque recibió el repudio de buena parte del arco político y de entidades periodísticas, como Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). También de sectores empresarios, como la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), además fue repudiado por todo el arco político.
