Cambio de roles

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A través de los clásicos de todos los tiempos, los estereotipos sociales no quedan exentos en la historia de la música. Una de sus tantas funciones yace en acompañar el contexto socio-político y cultural; narrar la vida de la especie humana desde el lenguaje musical resulta un trabajo arduo, a veces corrompe, a veces libera, a veces normatiza. Debo decir que las figuras femeninas que me inspiran, han causado estragos en mi identidad y han aportado una gran cuota a la hora de reflexionar sobre las perspectivas con las que percibo la realidad inmediata. Así es como mi vida cotidiana se ve invadida por voces de mujeres entrometidas, las cuales deciden mojarle la oreja a los varones que cantan sobre ellas; se adueñan del discurso y demuestran el poder que acarrean las canciones bajo el tenor de la historia musicalizada por una mujer. 

En principio, no podemos comenzar sin traer a la mesa a Miss Nina Simone, la gran corruptora por excelencia, interpretando el clásico popularizado por Sinatra – My Way. Nina cada vez que se paraba sobre el escenario era para demostrar que no estaba de acuerdo con el lugar que le era impuesto; subían las luces, se exponía ante el público y sentada en el piano, les contaba su experiencia, manifestando que lo había hecho como debía ser, a su manera

Siguiendo la línea de hermosas transgresoras de su época, Aretha Franklin entra en pantalla al transformar detalles cruciales de la letra de Respect de Otis Redding, de este modo, un tema que contempla a la mujer como una molestia que debe ser callada, termina surgiendo como una especie de grito de lucha. Así, Aretha se muestra amenazante para el status-quo, exigiendo algo tan sencillo como respeto por ella, por las mujeres y por su trabajo.

En Argentina, allá por los años 50, una arrabalera Tita Merello arrasó los puestos con un vendaval denominado Se Dice De Mí, originalmente compuesta e interpretada por varones, expresando con total coquetería que su nombre está en boca de todos los hombres, sea para bien o para mal. 

Rozando los finales de los 60’s, Nico vocaliza la creación de Lou Reed, Femme Fatale. La alemana favorita de Fellini y Warhol relata acerca de una femme peligrosa y letal, que podría llevarte a la estratósfera en un segundo para dejarte aplanado por un tren en otro. En otra parte, unos años después, la increíble Janis Joplin le grita al público que llore con su versión de Cry Baby; creada por Garnet Mimms and The Enchanters, termina traspasando su legado a una de las interpretaciones más reconocidas de la artista y un himno del rock al desamor. 

Entre otros ejemplos, se destacan la representación de It’s a Man’s Man’s Man’s World (originalmente de, nada más ni nada menos, que James Brown) de Etta James; Chavela Vargas cantándole su versión de El Último Trago a otra mujer y Amy Winehouse con su famoso cover de Valerie de The Zutons, una triste historia de amor en una potente voz femenina. 

Actualmente, por un lado Miley Cyrus descompone el simbolismo de Maneater de Daryl Hall & John Oates con una performance alucinante, demostrando que quizás ella sea la protagonista de la canción y que se cuiden porque va a comerse el mundo; por otro lado, Kelsey Lu realiza un cover de I’m Not In Love (del grupo de rock, 10cc) manifestando que el rótulo del desapego emocional en la cama por parte de los varones ha llegado a su fin, y que con ello, las Susanitas están extintas.

 

¿Qué covers conocen que demuestren un cambio de significado al caer en manos de mujeres? 

 

 

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1 comentario
  1. carlos dice

    Excelente nota, con perspectiva de género

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